En el siglo V, los vénetos en su huída de ostrogodos y lombardos, se instalaron en una serie de islotes, que emergen en una amplia laguna, en la pantanosa desembocadura del Po.
Cuentan las leyendas, que estos primeros habitantes de la Laguna, fundadores de Venecia, adoraban a un Dios Cocodrilo, al que ofrecían sacrificios humanos para aplacar su colera. Este terrible y terrorífico cocodrilo se encuentra entronizado en una de las dos columnas de la Piazza de San Marcos.
Los guías oficiales señalan que se trata de un dragón . Después de observar detenidamente la escultura, sigo pensando que se trata de un cocodrilo. Juzguen ustedes mismos.
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