Es necesario salir a caminar por el mundo, para aprender y para vivir. El Camino de Santiago ofrece espiritualidad, ejercicio físico y cultura, mucha cultura. Rincones desconocidos y monumentos olvidados por los libros de texto. Entre Palas de Rei y Melide se localiza Santa María de Leboreiro, cuyo hito más interesante es su iglesia.
La fecha de construcción del templo no está muy clara, pero parece ser que las obras se realizarían hacia el siglo XIV. Una de las curiosidades de esta iglesia es su orientación norte-sur, en lugar de la típica de oeste-este.
Sobre el tímpano nos recibe la Virgen María, con el niño de pie y un libro en las manos, flanqueada por dos angelitos.
Una leyenda (repetida mil veces) cuenta que la imagen que se custodia en el interior de la iglesia escapaba una y otra vez a la fuente donde fue hallada – fuente de las Nieves – y para evitar que volviese a escapar, se esculpió en el tímpano. Desde entonces la virgen decidió permanecer en su templo.
Además de su fachada, lo más destacado es su ábside, que recuerda el estilo románico.
Existen restos de pinturas murales que se han datado en el siglo XVI, con escenas de la Flagelación, la Visitación y el martirio de San Sebastián.
Una talla en madera policromada de la Virgen sedente con el niño podría ser una obra gótica.
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