Ubicado en un palacio del siglo XVIII, conocido como Palacio de Espartero, porque en él vivió el general Espartero, después de su retirada de la política y su matrimonio con Jacinta Martínez Sicilia. El museo fue inaugurado en 1971 y ampliado en 2003.
El recorrido se inicia, como (casi) no podía ser de otra forma, en las bandas de cazadores-recolectores del Paleolítico, y los primeros productores de alimentos – agricultores y ganaderos – del Neolítico. Sin ser excesivamente crítico, tampoco es de los mejores museos provinciales que hemos visitado.
Eso sí, la parte de pintura y etnografía, en la planta 3, son muy interesantes. La parte medieval la considero poco didáctica.
Culturas prerromanas. Un importante cambio cultural aconteció en el siglo V a.C. El uso del metal, como el hierro, como material para toda clase de herramientas. Esta innovación se vio acompañada de nuevos avances técnicos como la rueda y el torno de alfarero. El museo diseña un recorrido por la vida cotidiana de estas sociedades, sus actividades económicas, medios de subsistencia y su mundo espiritual.
La Romanización. Tras las durísimas guerras de Celtiberia, y su posterior conquista, se producen las primeras fundaciones en el Valle del Ebro. En el siglo I a.C. La Rioja estaba plenamente romanizada, con lengua y escritura latina, las creencias asimiladas y el disfrute del complejo Derecho Romano.
Edad Media. Este largo período, una travesía por el desierto cultural, para una parte de Humanistas y eruditos filogrecorromanos, comenzó con la monarquía visigoda y la pronta conquista islámica. En el siglo X tiene lugar la Reconquista de La Rioja gracias a una coalición entre astures, leoneses y navarros. Desde estos momentos se desarrolla en estas tierras, el Camino de Santiago. La ruta xacobea introduce un nuevo estilo, el románico de los siglos XI y XII.
En la siguiente centuria, siglo XIII, resurge la vida urbana y la irrupción de un nuevo estilo, el gótico.
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