La iglesia de San Zoilo, de torre barroca es el centro espiritual de la villa y también su edificio más destacado. Una especie de faro, o linterna, para atraer a todos hacia ella.
Visible desde la lejanía, la enorme torre de su iglesia se eleva a los cielos. Llegando a Sansol por fin podemos ver a los abejarucos, que llevaba un par de día escuchando. Los coloridos pájaros insectívoros revoloteaban alrededor de la segadora que trabajaba en el campo.
En Sansol nos dieron la bienvenida un nutrido grupo de buitres leonados que estaban prestos para devorar algún peregrino que cayese antes de llegar al albergue.
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