En la iglesia consagrada a Santiago de Padrón podemos ver un precioso altorrelieve de los siglos XVI – XVII realizado sobre madera de castaño policromada. Típica iconografía jacobea que representa la traslación del cuerpo del apóstol, después de ser decapitado por orden del rey de Judea, Herodes Antipas, desde Haifa a tierras gallegas. Teodoro y Anastasio, discípulos de Santiago el Mayor recuperaron el cuerpo del apóstol, lo depositaron en una barca y tras una larga travesía atracaron en el puerto de Iria Flavia. Posteriormente le dieron sepultura.
La Translatio, o último acto, es aún más curiosa y española. Apóstoles de este Apóstol arramblan con su cadáver amparándose en la nocturnidad y se echan alegremente al océano en una barca sin velas ni timón. Las olas y un ángel los guían hasta que el ocho de las calendas de agosto encallan, cómo no, en la sablera de Iria Flavia.
Fernando Sánchez Dragó.
Gargoris y Habidis.
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