Naturaleza artificial en
el centro de Florencia. Pasear junto a sauces, encinas y cipreses,
vigilados por estatuas inertes que custodian el camino. Las fuentes
refrescan en ambiente y el sonido del agua sacia la sed de
tranquilidad. Un lugar pensado para relajar cuerpo y mente.
Los jardines Boboli se
crearon para la familia Médicis en 1549 cuando compraron el palacio
Pitti, y es un precioso ejemplo de la estilizada jardinería del
Renacimiento.
El césped invita a
descansar y poner orden en la mente colapsada por la cantidad de
impresiones que le han asaltado durante la visita a Florencia.
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