Adaptarse
o morir, está en nuestros genes. Hace unos cuatro millones de años
los bosques húmedos fueron invadidos por la sabana, y los
Australopithecus se bajaron de los árboles y pasito a pasito se
internaron en la sabana, hasta que la convirtieron en su hogar, y
desde ahí a conquistar todos los hábitats del planeta. El que
sobrevive no es el más fuerte, ni siquiera el que intenta cambiar el
mundo, el que sobrevive es el que mejor se adapta a las
circunstancias, sean las que sean. Y además, es capaz de ser feliz en
el mundo hostil que le rodea.
Pequeños cuentos centroeuropeos
Hace 1 hora
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