El templo es el edificio más significativo del arte griego, podía formar parte de un santuario y es concebido para ser vistos desde fuera, dándole menos importancia a su interior. Su tipología quedó definida en la época arcaica, y tenía su origen en el megarón micénico, cuya estructura se agrandó para alojar la estatua del dios.
Los griegos celebraban sus ceremonias religiosas al aire libre, por eso son de pequeño tamaño, en especial si lo comparamos con los grandes templos egipcios. Su finalidad, por tanto, no era acoger a los participantes en la liturgia, sino custodiar la estatua del dios. El templo se concibe como la morada del dios y a su interior únicamente accedían los sacerdotes y sacerdotisas. El interior carece de decoración, mientras que el exterior está diseñado para provocar el deleite humano. El mármol, las columnas, los entablamentos y el resto de los elementos decorativos tienen como objetivo deleitar la vista a quien lo contempla.
Material. Aunque los primeros templos fueron construidos de ladrillo y madera, el material más utilizado fue el mármol, un material noble, en sillares bien labrados. Y esa es la causa de su excelente estado de conservación. Las cubiertas se construían con tejas de terracota.
Estructura. La estructura del templo griego es bastante simple, un edificio de planta rectangular cubierto a dos aguas. En su estructura podemos distinguir pórtico, naos y opistodomo.
A. Pronaos o pórtico. Vestíbulo de entrada, orientado al Este, para que la primera luz del día entrara hasta llegar a la estatua del dios.
B. Cella o naos. Capilla o sala central en la que se alberga la estatua del dios. Esta sala podía ser un espacio diáfano o dividido por columnas.
C. Opistodomo. Es un espacio trasero, no comunicado con la cella y únicamente accesible desde el exterior. Su función era guardar las ofrendas y el tesoro del templo.
Todo el edificio se levanta sobre una plataforma de tres gradas, el estereóbato. La superficie superior es el estilóbato.
Alzado. Se caracteriza por ser una arquitectura adintelada, destacando entre todos los elementos que lo componen las columnas. La columnas son la medida que proporciona las dimensiones del edificio, siendo además, el principal elemento decorativo. La decoración de la columna sirve para clasificar a un templo a partin de los tres órdenes establecidos: dórico, jónico o corintio.
La fachada principal, que sirve de acceso, se sitúa siempre en uno de los lados cortos del rectágulo que forma la planta. Ambas fachadas, delantera y trasera, se coronan con un frontón triangular que cierra el espacio que deja la cubierta a dos aguas.
Tipología. Los templos griegos se clasifican según la disposición y el número de columnas exteriores que forman la perístasis (pasillo exterior delimitado por columnas).
Según el número de columnas que aparezcan en su frente puede ser:
in antis, si sólo tiene dos en su fachada y en el muro de la cella
tetrástilo, cuatro columnas
hexástilo, seis columnas
octásilo, ocho columnas
decástilo, ocho columnas
Por otro lado, si sólo tiene columnas en su fachada principal se denomina próstilo, y si también aparecen en la parte posterior, es un templo anfipróstilo. Asimismo, es períptero cuando las columnas rodean todo el edificio. Si esa hilera es doble, entonces se llama díptero.
Y si el templo es circular y está rodeado de columnas, se denomina Tholos.
Decoración. El templo griego se completa con un programa de decoración escultórica en relieves que aparece en capiteles, entablamento (metopas y triglifos en el orden dórico, y el friso corrido en el jónico) y el frontón, desarrollando temas míticos y religiosos. Finalmente la policromía, aplicada sobre una capa de estuco con la que se cubría el mármol, en tonos rojos y azules, realzaba todo el conjunto.
Entre los grandes templos podemos encontrar:
Etapa arcaica (siglos VII – VI a.C.): templo de Hera en Olimpia, Artemisión de Corfú, templo de Afaia en Egina y templo de Poseidón en Paestum.
Etapa clásica (siglos V y IV a.C.): Partenón, Atenea Niké y Erecteion en Atenas, Tholos de Apolo en Delfos, Templo de Zeus en Olimpia.
Etapa helenística (siglos III y siglo II a.C.): Altar de Zeus y Atenea en Pérgamo, templo de Zeus (Olimpeion) en Atenas.
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