LUIS EL GERMÁNICO.

 

Hijo de Ludovico Pío y nieto, por tanto, de Carlomagno, Luis el Germánico, en el reparto efectuado en el Tratado de Verdún, recibió la Francia Orientalis, extendiendo sus dominios entre el Rin y el Elba. Principio del fin para el Imperio Carolingio que tanto trabajo había costado levantar y partida de nacimiento para la futura Alemania.

Hombre enérgico no dudó en enfrentares a su padre, hermanos e hijos, y a bohemios, moravos y vikingos para intentar mantener (o mejor dicho resucitar) la perdida unidad del Imperio. Es considerado el primer rey de Alemania, aunque el nombre de Germánico no se le atribuyó hasta el siglo XVIII.