Una iglesia de esencia e interior gótico del siglo XV y una preciosa portada renacentista del XVI. Un templo palentino de exquisita obra, que tiene que competir con la vecina iglesia románica de San Martín.
En el año 2004 se descubrió el retablo de Santiago que se hallaba oculto detrás del neoclásico de Gregorio de Ferro. Se trata del vestigio mueble más antiguo del templo. La obra del siglo XV, ejecutada en estilo gótico internacional desarrolla escenas de la predicación de Santiago Zebedeo en Jerusalén. Un elemento que materializa la histórica relación de Frómista con el Camino de Santiago.
El conjunto formaba parte de la capilla de Santiago que había sido dotada por Alonso González, a quién podemos atribuir el encargo de las preciosas tablas. Posteriormente la capilla fue reformada y la fundación ampliada por su hijo Fernando González. Fernando además fundó una cofradía de 30 hombres con sus mujeres para atender el hospital y la capilla fundada por su padre.
En el interior de la iglesia de San Pedro se encuentra la lápida sepulcral de su fundador, Alonso González de Castrillo, fallecido en el año 1453. Cuando la Edad Media tocaba a su fin. La lápida se sitúa justo enfrente del retablo de Santiago.
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