Verona conoció sus mejores
momentos bajo el patronato de la familia Scaligeri, en especial con
Canagrande I y este era su castillo, el Castelvecchio. Fortaleza
ciclópea, inabarcable con la mirada, unida a un enorme puente de
piedra que cierra y protege el río.
Una Edad Media de luchas y
alianzas, guerras, comercio y diplomacia. Los días en que se forjó
la personalidad de las repúblicas, auténticas ciudades estado, que
crecieron inspiradas en las polis griegas.
El castillo fue levantado
ladrillo a ladrillo para proteger el Ponte Scaligero que salvaba el
río Adige. La fortaleza fue construida en el siglo XIV y siempre
desempeñó funciones meramente defensivas.
Siempre me he visto como un
condotiero, sin patria, sin dueño, solo la conveniencia del momento,
y del lugar, hoy defiendo un castillo, mañana avanzo decididamente a
campo enemigo y pasado mañana me retiro a unos momentáneos
dominios. Y en el fondo ¿qué somos todos sino condotieros que
vendemos nuestra habilidades al mejor postor?. Soy mercenario, me
vendo al mejor postor, pero mi precio, no se puede pagar con dinero.
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