Andar por el Camino de Santiago es encontrar vestigios del pasado medieval vinculados a las flamantes órdenes militares, paridas al amparo de peregrinaciones y cruzadas.
En el centro mismo de la villa de Portomarín se alza la Iglesia de San Juan (o de San Nicolás) vinculada a los caballeros de dicha orden, presentes en la localidad desde 1158 cuando el rey Fernando II de León les hace donación del Monasterio de Portomarín.
Construida entre los siglos XII y XIII responde a los cánones típicos de las iglesias fortalezas románicas, con recios muros, forma compacta y torres almenadas. En la portada resalta un enorme rosetón, que observado en la lejanía paree vigilar todo el entorno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario