Los puentes tienen una función real, cual es salvar obstáculos del terrenos, como un río o un barranco. También tienen la significación simbólica de unir dos puntos, dos mundos y a veces dos realidades. En ambos sentidos, uno de los puentes más hermosos de la geografía ibérica es el Puente de Alcántara en Toledo. Atraviesa el Tajo, permite salvar este obstáculo, y además permite que dos mundos contrapuestos se unan, el rural y el urbano.
Su nombre, como tantos otros, procede del árabe y se tiene constancia que fue construido durante época romana cuando fundaron la ciudad de Toletum. Durante el reinado de Alfonso X fue gravemente dañado y reconstruido. En este momento se le añadieron los torreones defensivos, uno de los cuales fue reemplazado durante el Barroco. En la Edad Media era paso obligado de comerciantes, viandantes y peregrinos.
El torreón occidental fue modificado y decorado por los Reyes Católicos que añadieron su escudo de armas.
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