Quinientos años antes de la era cristiana, la reina Maya, en el Nepal, soñó que un elefante blanco, que procedía de la Montaña de Oro, entraba en su cuerpo. Este animal onírico tenía seis colmillos, que corresponden a las seis dimensiones del espacio indostánico: arriba, abajo, atrás, adelante, izquierda y derecha. Los astrólogos del rey predijeron que Maya daría a luz un niño, que sería emperador de la Tierra o redentor del género humano. Aconteció según se sabe, lo último.
En la India, el elefante es un animal doméstico. El color blanco significa humildad y el número seis es sagrado.
Jorge Luis Borges
El Libro de los Seres Imaginarios
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