Mientras el Imperio Romano de
Oriente iniciaba su transformación definitiva, más hacia el este,
en la Persia Sasánida también tenían sus follones. En el año 591
Bahram Chubin, un militar que había cosechado algunas victorias en
el campo de batalla frente a los turcos celestiales, se le subió
tanto el éxito a la cabeza, que al frente de sus leales tropas
marchó hacia Ctesifonte, expulsó a Cosroes II y se autoproclamó
emperador. La Suma Sacerdotisa lo coronó en el santuario de Anahita. No obstante disfrutó poco tiempo del trono, pues Cosroes
se reforzó, contraatacó y Bahram tuvo que huir hacia el interior de
Asia. Poco tiempo después fue asesinado por un khan turco.
Pequeños cuentos centroeuropeos
Hace 1 hora
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