Un obispo es una jerarca que dice
defender la iglesia de Dios, pero que en realidad busca medrar y
enriquecerse. Aficionados a las armas y al fornicio más que a la
eucaristía, durante la Edad Media fueron poderosos señores
feudales, además de consejeros de príncipes, reyes y emperadores.
Walter von Geroldseck fue obispo de Estrasburgo, la histórica
capital de la Alsacia, y su gestión se caracterizó por la lucha
contra la autonomía de la ciudad. El emperador Rodolfo I Habsburgo
se puso del lado de los ciudadanos, y juntos vencieron en batalla al
belicoso obispo.
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