El poderoso Perun, cuyo rugido
rompe los cielos en las tempestades, es venerado por los príncipes
eslavos y sus acólitos, y era invocado como garante de los
juramentos. Dios supremo del cielo, del trueno y del rayo, auténtico
señor de la guerra, presente en los primitivos templos paganos de
Kiev y Novgorod.
Perún corresponde a un concepto
de dios uranio extendido ampliamente por toda Europa; los griegos lo
llamaron Zeus, los romanos Júpiter, los vikingos Thor y los cuasi
hermanos baltos, Perkunas. Cuando Cristo llegó a tierras rusas, el
propio príncipe Vladimir I, ordenó la destrucción de la talla de
madera que representaba al dios. Los devotos paganos lloraron
amargamente al contemplar el ocaso de sus dioses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario