. . . de pastor a bandolero,
de bandolero a general de ejércitos
y de general a mito...
La Muerte de Viriato; Madrazo. |
Audax,
Ditalco y Minuro, oriundos de Urso, la posteridad os reserva un lugar
privilegiado junto a los mayores traidores de todos los tiempos.
Una noche tranquila y serena, sin ninguna señal, ni del Cielo ni de
la Tierra, que avisara del deleznable acto que se iba a cometer esa
madrugada. Los guerreros dormían junto a las hogueras, los centinelas
"ojo avisor" desde las atalayas del campamento, mientras, el general
descansa, sueña con el día de la victoria definitiva sobre Roma, tumbado
plácidamente, sin intuir el peligro que acecha...
. . . sigilosamente, los tres innobles personajes pasan al interior
de la modesta tienda donde duerme Viriato, y en una acción cobarde,
perpetrada por quien se siente inseguro, y se sabe inepto, incapaz de
acometer nobles hazañas, ni mirar a los ojos a alguien honesto y
valiente, con saña y regocijo para sus podridas almas dan muerte a
Viriato. . . y con ello cercenan las esperanzas de libertad de un
pueblo, que tenía en Viriato a su adalid, al invencible caudillo que los
conduce al campo de batalla, cosechando victoria tras victoria frente
al invasor romano, sacando de quicio a pretores y cónsules, al jefe
humilde que cuida de su gente, al héroe irreductible, al Terror de los
Romanos . . .
.
. . hasta el alba, nadie se enteró de nada, nadie sospechó la tragedia,
cuando los primeros rayos del Sol anunciaban la llegada de un funesto
día, los valerosos lusitanos, su guardia personal, sus amigos,
descubrieron el cadáver de su caudillo . . . los traidores habían huido
lejos, muy lejos, en busca de unas monedas, una recompensa por su
valiente hazaña . . . y menos mal que Roma no paga a traidores. . .
. . . una madrugada Audax, Ditalco y Minuro asesinaron al hombre,
y aquel amanecer,
nació el mito . . .
No hay comentarios:
Publicar un comentario