Mauricio,
obispo de Burgos, partió de su ciudad, cruzó Francia y llegó hasta
Alemania en busca de Beatriz de Suabia, para escoltarla hasta
Castilla y que se convirtiése en esposa de su rey Fernando III.
Mauricio quedó maravillado al contemplar las catedrales del norte de
Francia y comprobar, de primera mano, el triunfo definitivo de la luz
sobres las tinieblas.
De
vuelta a su sede episcopal decidió derribar la anticuada iglesia
románica y levantar una espléndida catedral como las que había
visto en Francia. Con este golpe de mano, Burgos se convertía en el
centro político y religioso de Castilla.
El
20 de junio de 1221 se puso la primera piedra y por supuesto allí
estuvieron Beatriz y Fernando. Mauricio los había casado y también
presidió la ceremonia en que Fernando fue armado caballero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario