En
el reino de Ebla, situado al norte de Siria, eran las mujeres las que
conferían los derechos regios al monarca. Las reinas de Ebla
recibían el título de Maliktum y eran elegidas mediante un proceso
adivinatorio. La divinidad otorgaba a la Maliktum la prerrogativa de
ostentar el poder temporal, que ellas transmitían al rey, En-Malik,
a través del matrimonio. Y no eran los hombres los que coronaban
a los herederos, sino que eran las mujeres las que parían a los
reyes.
Pequeños cuentos centroeuropeos
Hace 1 hora
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