Venecia es un variopinto laberinto, tan oscuro como brillante, moderno y decadente, que intentan mirar al futuro pero desde un orgulloso pasado, y para disfrutar y comprender el laberinto únicamente existe una cosa que podamos hacer; perdernos en él. Si te atrapa, nunca querrás marchar. Si consigues salir, siempre anhelarás volver.
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