Acabó la Segunda Guerra Mundial, nace la ONU y la Comunidad Económica Europea y al amparo de un aumento del nivel de vida sin parangón en toda la historia de la Humanidad, tiene lugar la explosión del turismo de masas. Miles de personas se concentran en chiringuitos, discotecas, pubs y playas en torno al cálido mar Mediterráneo y pasan la noches estivales bailando al ritmo que marcaba el rey de la canción veraniega, el inimitable Georgie Dann. ¿Quién no ha cantado Macumba la reina del lugar, el negro no puede, la barbacoa y o el chiringuito?. Todas ellas canciones que invitan a la fiesta y la celebración de lo efímero de la vida. Esta semana nos enteramos de su fallecimiento, y vaya desde aquí un sencillo homenaje a un personaje imprescindible de la cultura popular del siglo XX.
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