La noche cubre con su manto el
palacio del ladrillo rojo, el silencio atrona en mis oídos,
Albayzin, corazón morisco de la ciudad gitana y cristiana, nómadas
mochileros se hacen más sabios paseando por tus calles, cuentos de
otras épocas, ecos de leyendas imperecederas, sueños de un mundo
diferente y distante. Esta noche, esta vez sí, me atrapó el embrujo
granaino, en varias ocasiones he venido a buscarlo, y no conseguía
encontrarlo, la auténtica magia me evitaba, y hoy por fin la he
sentido, Granada ha entrado en mí y no volverá a salir, hoy he
atisbado una mota pequeña de toda la magia, del esplendor y del
embrujo de Granada, desde mi balcón con vistas a la Alhambra.
Después de una noche mágica,
amanece blanco en el Albayzín, la nieve otorga un plus de magia a
esta ciudad que embruja y atrapa el alma.
Darro, río de lágrimas, banda
sonora del Paseo de los Tristes.
La Catedral de alma gótica y
fachada barroca es el corazón cristiano de la ciudad. Próxima a
ella se enclava la Capilla Real, donde duermen el sueño eterno los
Reyes Católicos, su querida hija Juana (¿loca o enferma de amor?)
y Felipe I, el Hermoso, bajo un impresionante mausoleo de marmol de
Carrara. También se expone la espada de Fernando y el cetro de
Isabel. En sus alrededores, gitanas de tez morena y cabello azabache
te ofrecen el romero de la suerte y se prestan a leerte las líneas
de la mano.
Mezquita mayor de Granada, el
Islam recupera parte del terreno perdido. Islam significa sumisión y
paz (en árabe, salam), sumisión a la voluntad de Alá. La palabra
mezquita procede del árabe masyid, el lugar donde uno se
postra. En un folleto que pude recoger en la mezquita se puede leer:
Islam es la ciencia transformadora transmitida de forma sucesiva a
su gente por Noe, Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, Moisés, José, Juan
y Jesús, el hijo de María, el Mesías esperado y Muhammad, el
profeta iletrado; anunciado en las escritura, la paz y las
bendiciones de Allah sobre todos ellos.
En
todos los jardines musulmanes te sientes acompañado por la
musicalidad de un chorro de agua. Ayuda a reflexionar.
En
febrero - marzo de 2013 el conde Drácula se apoderó de las calles
granainas, como protagonista de Retro Back, el Festival de Cine
Clásico de Granada.
Kasbah, un pequeño restaurante
multicultural a las puertas del Albayzín. Sabores árabes, la más
sofisticada de las culturas medievales: pastela de pollo, cous cous
con ternera, falafel y samosas vegetales, acompañadas de un vino
andalusí un tanto extraño.
El Palacio de los Córdova, un
encantador rincón granadino, hasta hoy, desconocido para mí.
Chorrojumo, personaje entrañable,
autoproclamado Rey de los Gitanos.
Reminiscencias moriscas y voces
gitanas, suben de la mano por las empinadas callejuelas del Albayzin.
Desde el Sacromonte, corazón del
flamenco, patria chica de los gitanos granainos, se puede admirar la
Alhambra en su totalidad, sus murallas, almenas y vanos, torreones y
palacios, el tupido bosque tapiza la ladera que desciende
vertigionasamente sobre el Darro.
Mirador de San Nicolás, lugar de
reunión de una marabunta de viajeros, hippies, mochileros, turistas
y oportunistas. La más conocida de todas las postales que puedes
comprar en Granada.
Cuando la primavera llega a la
ciudad nazarí, los rayos del mediodía refulgen sobre el ladrillo
colorao, la luz de la ciudad morisca, la piedra canta jondo, Albayzín
gitano, callejuelas moras, palacio nazarí, fortaleza mora, catedral
cristiana, universidad de la calle, alcohol y marihuana, cous cous y
pastela, mezcla cultural, lo lejano de Oriente, lo cercano de aquí,
exceso e personas ebrias en los bares, alboroto en las puertas,
tristes perdidos, marabunta humana que destruye la magia de Granada.
Té moruno en la ciudad nazarí,
aromas de canela endulzan sus abigarradas callejuelas, repostería
árabe, miel, pistacho y almendra, un conglomerado de sabores
llegados de más allá de la Sublime Puerta. El refinamiento oriental
se hizo dueño y señor de las hermosas y fértiles tierras ibéricas,
dieron forma a la ancestral Andalucía tartésica, fenicia, íbera y
romana, y terminaron de configurar una cultura que continua latente
tres siglos después.
Embrujo árabe, aroma dulzón de
azahar, abigarrados caminos desde Bagdad a Granada, historias
milenarias, poetas llegados de más allá del Cuerno de Oro, embaucan
con sus cantos a las más inocentes doncellas, miel, pistacho y
almendra, sabores de Oriente, dejaron su huella en esta tierra,
dieron forma a la Andalucía antigua, ladrillo a ladrillo, patio a
patio, fuentes y arrayanes, crearon los hábiles maestros árabes un
lugar para la ensoñación.
Enclavada en la colina de la
Sabika, alimentada por las aguas del Darro, al pie de Sierra Nevada,
oteando con opulencia los viejos tejados granadinos, joya
arquitectónica del lujoso arte islámico, la de los ladrillos rojos
te susurra al pasear por sus jardines leyendas de otros tiempos,
historias de sultanes y princesas, lejanos ecos de un pasado
glorioso, Alhambra de Granada, un lugar para soñar despierto y un
Edén al que escapar del cotidiano mundo que nos rodea.
Morisca, gitana y bruja. Siete
siglos hechizando a todo el mundo, embaucando al incauto (o la
incauta) que se pierde por las intrincadas callejuelas del Albayzin.
Agasajados con viandas y caldos de la tierra en bares, tascas y
tarbenas. Los reyes de la decadente dinastía nazarí tallaron la
obra maestra del arte islámico en la colina de la Sabika, por
haberte perdido, el rey Boabdil lloró lágrimas de sangre. Maravilla
morisca, sonidos gitanos, medieval y moderna, universitaria,
callejera y contemporánea, destino obligado para todos, estudiantes,
turistas, vagamundos y viajeros . . . romántica y moderna, gitana y
mora . . .
No hay comentarios:
Publicar un comentario