Sobrina del rey de los Burgundios, el rey de los francos Clodoveo, envió a su representante a Génova, para hacerla su esposa.
Se cuenta que Clotilde convenció al pagano Clodoveo de la conveniencia de convertirse a la religión católica. Clodoveo se bautizó y utilizó la religión recién adquirida para afianzar la unidad de su pueblo. Además Gregorio de Tours alaba la generosidad de una reina, que consiguió elevar al primer plano el papel político (aunque sea en la sombra) de las reinas medievales.
Paseando por los inmensos Jardines de Luxemburgo en París, nos encontramos con la estatua de la reina esculpida por Jean-Baptiste Jules Klagman.
No hay comentarios:
Publicar un comentario