Expertos en hacer de la guerra una forma de vida, los ingenieros asirios eran auténticos especialistas en el asalto y conquista de fortalezas y ciudades amuralladas. Esta torre de asedio del siglo IX a.C. es un buen ejemplo de ello. El ejemplar se expone en Trebuchet Park.
En un relieve del palacio de Assurnasirpal II en Nimrud, encontramos la primera representación de una torre de asedio. Una máquina que permite a los asaltantes aproximarse a la muralla y comenzar las hostilidades.
Torre móvil, de planta cuadrangular, de la que sobresale una torreta delantera cuadrada rematada por una estructura circular. Su función, poder disponer de arqueros en su interior.
La división en pisos es una constante en las diferentes torres. El piso más cercano al suelo estaba equipado con ariete manejado por los infantes que se resguardaban en su interior. Las alturas siguientes funcionarían como plataformas de disparo para los arqueros, siendo especialmente útiles aquellas que se encontraban a la altura o por encima de la muralla a batir. Un faldón inferior en la parte delantera, donde se ocultaban los minadores completaban los dispositivos de este ingenio.
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