El brazo armado de la revolución
callejera parisina, considerados a sí mismos como los verdaderos
revolucionarios. Grupo urbano levantisco, formado por jornaleros
agrícolas, pequeños artesanos y tenderos, entre los que caló el
espíritu revolucionario, antimonárquico y antiseñorial. Los
sans-culottes participaron en las grandes jornadas revolucionarias,
como la Toma de la Bastilla o el Asalto a las Tullerías. Soñadores
que lucharon por crear una sociedad más justa y un mundo mejor.
Usaban pantalón largo en vez del corto (de ahí su nombre) típico
de los grupos acomodados. Ese pantalón se convirtió en su seña de
identidad, junto a la camisa, el chaleco y el gorro frigio. En un
principio, el término sans culottes, se usaba de forma despectiva,
luego fue exhibido con orgullo por los revolucionarios. Se les
representaba con una pica en la mano, símbolo del pueblo levantado
en armas.
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