miércoles, 28 de febrero de 2018

RONCESVALLES, PUERTA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA.



Una batalla y un cantar de gesta, una romería y una peregrinación, un rey de talla gigantesca y un emperador que no quiso enjugar sus lágrimas, el reposo del guerrero y el descanso del caminante, items que confluyen en Roncesvalles (u Orreaga), donde aún resuenan los ecos de una historia épica, un enclave imprescindible para los amantes de la naturaleza, la historia, el arte y el senderismo.


Roncesvalles es un pequeño pueblecito navarro enclavado en el valle pirenaico del mismo nombre, entre el Alto de Ibañeta y la amplia llanura de Auritz/Burguete, famoso en la historia y, sobretodo, en la literatura medieval. La etimología, esa ciencia difusa que estudia el origen y la esencia de las palabras, se debate entre “valle de espinos” y “llanura del Erro” para explicar el significado de Roncesvalles (escoja cada cual la que más le guste).


Este es un municipio que presenta una curioso singularidad, su ayuntamiento no tiene propiedades, el término municipal pertenece a la colegiata y es administrado por la comunidad de canónigos.

Hospital para peregrinos y Colegiata – fundada por Sancho VII de Navarra - establecen el origen de esta localidad de paso, cuya importancia radica en su condición de centro religioso y de peregrinación.


El peregrino llega a Roncesvalles, y después de vagar durante horas por la montaña pelada se encuentra en un enorme patio rodeado de edificios por todos lados. El conjunto arquitectónico incluye iglesia, varias capillas, un claustro, una biblioteca, un museo, la casa prioral, un albergue, un hotel, un par de restaurantes, posadas y un pequeño molino que hace las veces de oficina de turismo.

La colegiata de Santa María sobresale por encima de todo el complejo de edificios. Durante las Edad Media la colegiata alcanzó una gran prosperidad gracias a sus extensos dominios y a la continua afluencia de peregrinos.

Todos los días al caer la tarde, antes de descansar y reponer fuerzas para la siguiente etapa, se celebra la misa y la bendición del peregrino, pronunciada en diversos idiomas.

Aquí tuvo lugar una batalla de reminiscencias épicas y míticas, aquí lloró Carlomagno la muerte de su sobrino Roldán, aquí llevan varios siglos llegando miles de peregrinos anualmente, aquí reposan los restos del rey Sancho VII de Navarra.


martes, 27 de febrero de 2018

HERMES, EL MENSAJERO DE LOS DIOSES. NATURALEZA Y HECHOS.



Cuando Hermes nació en el monte Cilene su madre Maya lo dejó envuelto en pañales en un bieldo, pero desarrollándose con una rapidez asombrosa se convirtió en un muchacho, y tan pronto como Maya volvió la espalda se escapó y fue en busca de aventuras. Llegó a Pieria, donde Apolo guardaba un hermoso rebaño de vacas, y decidió robarlas. Pero temiendo que lo descubrieran sus huellas, confeccionó rápidamente herraduras con la corteza de un roble caído y las ató con hierbas trenzadas a las pezuñas de las vacas, a las que luego condujo de noche por el camino. Apolo descubrió la pérdida, pero la treta de Hermes le engañó, y aunque fue hasta Pilos en su búsqueda hacia el oeste, y hasta Onquesto hacia el este, al final se vio obligado a ofrecer una recompensa por la captura del ladrón. Sueno y sus sátiros, ansiosos por obtener la recompensa, se diseminaron en diferentes direcciones para descubrirlo, durante largo tiempo sin conseguirlo. Finalmente, un grupo de ellos pasó por Arcadia y oyó el sonido sordo de una música como la que nunca habían oído hasta entonces, y la ninfa Cilene, desde la entrada de una cueva, les dijo que un niño de extraordinario talento había nacido allí recientemente y que ella le hacía de niñera. El niño había construido un ingenioso instrumento musical con la concha de una tortuga y algunas tripas de vaca, y con ese instrumento había arrullado a su madre para que se durmiera.

«¿Y quién le dio las tripas de vaca?», preguntaron los vigilantes sátiros al ver dos cueros extendidos fuera de la cueva. «¿Acusáis de robo al pobre niño?», preguntó a su vez Cilene, y cambiaron palabras duras.

En aquel momento se presentó Apolo, quien había descubierto la identidad del ladrón observando el comportamiento sospechoso de una ave de largas alas. Entró en la cueva, despertó a Maya y le dijo severamente que Hermes debía devolver las vacas robadas. Maya señaló al niño, todavía envuelto en sus pañales y que fingía dormir. «¡Qué acusación absurda!», exclamó. Pero Apolo había reconocido los cueros. Tomó a Hermes, lo llevó al Olimpo y allí le acusó formalmente del robo, mostrando los cueros como prueba. Zeus, poco dispuesto a creer que su hijo recién nacido era ladrón, le instó a que se declarase inocente, pero Apolo no estaba dispuesto a ceder y al final Hermes flaqueó y confesó.
Muy bien, ven conmigo —dijo— y tendrás tu rebaño. He matados sólo dos y las he dividido en doce partes iguales como sacrificio a los doce dioses.
¿Doce dioses? —preguntó Apolo—. ¿Y quién es el duodécimo?
Tu servidor, señor —contestó Hermes modestamente—. No comí más que mi parte, aunque tenia mucha hambre, y lo demás lo quemé debidamente. Ahora bien, éste fue el primer sacrificio de carne que se había hecho hasta entonces.

Los dos dioses volvieron al monte Cilene. donde Hermes saludó a su madre y recuperó algo que había dejado oculto bajo una piel de oveja.
¿Qué tienes ahí? —le preguntó Apolo.
En respuesta, Hermes le mostró la lira de concha de tortuga recién inventada por él, y utilizando el plectro, que también había inventado, tocó con ella una tonada tan arrebatadora, al mismo tiempo que cantaba en elogio de la nobleza, la inteligencia y la generosidad de Apolo, que éste le perdonó inmediatamente. Condujo al sorprendido y complacido Apolo a Pilos, tocando durante todo el camino, y allí le entregó lo que quedaba del ganado, que había ocultado en una caverna.
¡Hagamos un trato! —exclamó Apolo—. Tú te quedas con las vacas y yo con la lira.
De acuerdo —contestó Hermes, y se estrecharon las manos.

Mientras las vacas hambrientas pacían, Hermes cortó unas cañas, hizo con ellas una zampoña y tocó otra tonada. Apolo, complacido de nuevo, propuso:
Hagamos otro trato. Si me das esa zampoña yo te daré este cayado de oro con el que reúno mi ganado, y en el futuro serás el dios de todos los vaqueros y pastores.
Mi zampoña vale más que tu cayado —replicó Hermes—, pero haré el trueque si además me enseñas el augurio, porque parece ser un arte muy útil.
No puedo hacer eso —dijo Apolo—, pero si vas a ver a mis viejas nodrizas, las Trías que viven en el Parnaso, ellas te enseñarán a adivinar por medio de guijarros.

Volvieron a estrecharse las manos y Apolo llevó al niño nuevamente al Olimpo y le refirió a Zeus todo lo que había sucedido. Zeus advirtió a Hermes que en adelante debía respetar los derechos de propiedad y abstenerse de decir mentiras completas, pero no pudo por menos de sentirse divertido.
Pareces un diosecillo muy ingenioso, elocuente y persuasivo —le dijo.
Entonces, hazme tu heraldo, Padre —contestó Hermes— y yo me haré responsable de la seguridad de toda la propiedad divina y nunca diré mentiras, aunque no puedo prometer que diré siempre toda la verdad.
No te exigiría tanto —dijo Zeus, sonriendo—. Pero tus deberes incluirán la conclusión de tratados, la promoción del comercio y el mantenimiento de la libertad de tránsito de los viajeros por todos los caminos del mundo.
Cuando Hermes aceptó esas condiciones, Zeus le dio un báculo de heraldo con cintas blancas que todos debían respetar, un sombrero redondo para que se resguardara de la lluvia y sandalias de oro aladas que lo llevaban de un lado a otro con la rapidez del viento. Fue recibido inmediatamente en la familia olímpica, a la que enseñó el arte de hacer fuego haciendo girar rápidamente una varilla.

Luego las Trías enseñaron a Hermes a predecir el futuro mediante la danza de guijarros en una vasija de agua; él mismo inventó el juego de la taba y el arte de adivinar por medio de ella. Hades le tomó también como su heraldo, para llamar a los moribundos con suavidad y elocuencia, poniendo el báculo de oro sobre sus ojos.

Luego ayudó a las tres Parcas a componer el Alfabeto, inventó la astronomía, la escala musical, las artes del pugilato y la gimnasia, los pesos y medidas (que algunos atribuyen a Palamedes) y el cultivo del olivo.

Algunos sostienen que la lira inventada por. Hermes tenía siete cuerdas; otros que sólo tenía tres, de acuerdo con las estaciones, o cuatro, de acuerdo con los trimestres del año, y que Apolo aumentó el número a siete.

Hermes tuvo numerosos hijos, entre ellos Equión, el heraldo de los argonautas; Autólico, el ladrón; y Dafnis, el inventor de la poesía bucólica. Este Dafnis era un bello joven siciliano al que su madre, una ninfa, abandonó en un bosquecillo de laureles de la Montaña de Hera; de aquí el nombre que le dieron los pastores, sus padres adoptivos. Pan le enseñó a tocar la zampoña, Apolo le adoraba y solía cazar con Ártemis, a quien complacía su música. Prodigaba su cuidado de los numerosos rebaños de vacas, que eran de la misma raza que los de Helio. Una ninfa llamada Momia le hijo jurar que nunca le sería infiel bajo pena de quedar ciego, pero su rival, Quimera, se las ingenió para seducirle cuando estaba borracho y Momia le cegó en cumplimiento de su amenaza. Dafnis se consoló durante un tiempo con tristes canciones acerca de la pérdida de la vista, pero no vivió mucho tiempo. Hermes lo convirtió en una piedra, que se ve todavía en la ciudad de Cefalenitano, e hizo que brotara una fuente llamada Dafnis en Siracusa, donde se ofrecen sacrificios anuales.
Robert Graves.
Los Mitos Griegos.





lunes, 26 de febrero de 2018

JUAN DE JANDÚN.



Destacado filósofo francés de la Edad Media, convencido averroísta, fue maestro en la Facultad de Artes de París y también enseñó en Navarra. Colaborador (y amigo y compañero) de Marsilio de Padua, ambos (juntos) buscaron refugio en la corte del díscolo Luis IV de Baviera.  

domingo, 25 de febrero de 2018

NUNO ÁLVARES PEREIRA.



Las naciones se nutren de los mitos, el pueblo se identifica con ellos, y al final la leyenda termina devorando al hombre.



Extraordinario militar portugués, amigo de la infancia de Juan, Maestre de la Orden de Avis y el hijo del rey Pedro I. Cuando Juan se convirtió en rey de Portugal, Nuno Álvares Pereira fue nombrado condestable del reino. Juntos consiguieron consolidar la monarquía portuguesa, acabar con la influencia de Castilla y fundar una nueva dinastía en Portugal.


La enorme estatua de Nuno Álvarez Pereira trata de ensombrecer el Monasterio de Batalha, construido por Juan I, para conmemorar la victoria (definitiva) sobre los castellanos en la batalla de Aljubarrota (año 1385). Ese día Nuno, que se enfrentó con su hermano que luchaba en el bando castellano, diseñó la estrategia y guió a las huestes portuguesas al triunfo. Un José Mourinho de la Edad Media; disciplinado, táctico y obstinado.



Años después, al quedar viudo, aburrido de las intrigas palaciegas y cansado de los campos de batalla, renunció a sus títulos y posesiones, e ingresó en la Orden Carmelita, retirándose al Convento do Carmo lisboeta, que él mismo había fundado. Allí esperó pacientemente la llegada de la muerte. 


sábado, 24 de febrero de 2018

OMULÚ



Omulú hijo feo de Naña, su verdadero nombre y tabú y nadie se atreve a pronunciarlo, rey del reino de las almas, divinidad maléfica de atributos fálicos, nómada negro y cambiaformas, señor de la enfermedad, la viruela y la pestilencia, enraizado en su tierra, inseparable del salvaje medio africano.

Orisha identificado con San Lázaro, protagonista de misas y procesiones, los fieles tocan sus tambores y danzan hasta el amanecer en honor a Omulú, suplicando que baje a la tierra y realice purificaciones, limpiezas y curaciones.


viernes, 23 de febrero de 2018

VIDA Y MUERTE DE LAS MONTAÑAS.



Las montañas (sierras y cordilleras) se originan durante las orogénesis, unos procesos en los que se pliega la corteza terrestre empujándola hacia arriba. Las orogénesis se producen en los lugares donde convergen dos placas tectónicas, esas zonas de choque se ven sometidas a una presión tan enorme que comprime los sedimentos de los fondos oceánicos, provocando que se plieguen y formen montañas. Se trata de procesos lentos que pueden durar unos 100 millones de años.

Las montañas jóvenes son elevadas y abruptas, mientras que los viejos macizos son bajos y presentan formas redondeadas. Esto es así por el paso del tiempo y por la acción continuada de los agentes erosivos, especialmente el agua y el viento.

El agua penetra en las grietas, cuando se hiela aumenta de volumen, ejerciendo tal presión que la roca termina quebrándose (gelifracción). Los fragmentos caen ladera abajo y se van acumulando. Las siguientes lluvias y nevadas descienden montaña abajo y dan continuidad al proceso, empujando piedras y cantos hacia los arroyos y torrentes. Estos cursos de agua arrastran esos restos, y erosionan más las rocas por donde pasan. Después de muchos millones de años, la montaña habrá desaparecido.


miércoles, 21 de febrero de 2018

SANCHO DE LARROSA.



Sancho Larroso – o Sancho de Larrosa – nació en este pequeño pueblo del Pirineo aragonés, y fue alumno en San Juan de la Peña y y arcipreste de Valdonsella. En 1121 se convirtió en obispo de Pamplona. Desde su asiento en la cátedra inició una activa política constructiva y promoción de su diócesis. En Ibañeta levantó un hospital para los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela, consagró la iglesia de San Saturnino en Artajona y en 1127 concluyó y consagró la catedral románica de Pamplona. En estas obras contó con el apoyo de Alfonso I el Batallador, rey de Aragón y de Navarra.


En el plano político colaboró con García Ramírez “el Restaurador” a su llegada al trono de Navarra, y consiguió que el nuevo monarca se mostrase generoso con la iglesia de Pamplona.  

martes, 20 de febrero de 2018

UNA NOCHE EN EL MONTE PELADO.




Poema sinfónico del músico ruso Modest Musorgski, ilustrado por la magia clásica de Disney. A partir de un cuento de Nicolai Gogol, Musorgski nos lleva a una lejana aldea la noche de Walpurgis y nos invita a un aquelarre presidido por Chernabog. Las notas y las imágenes nos arrastran a un inquietante mundo onírico. 

lunes, 19 de febrero de 2018

LA RENDICIÓN DE VIDUKINDO.



Otro caudillo derrotado, otro líder arrodillado. En el año 785 en Paderborn el jefe pagano de los sajones Vidukindo, que había levantado a su pueblo en armas contra Carlomagno, hinca la rodilla en tierra y derrotado, presenta sus respetos al emperador. Para demostrar su buena voluntad, Vidukindo aceptó el bautismo después de pasar varios años luchando contra el cristianismo y la dominación carolingia. El pintor romántico Ary Scheffer recreó la escena con sus pinceles.  

domingo, 18 de febrero de 2018

SACRIFICIOS VIKINGOS.




En la antigua Gamla Uppsala, muy cerca de la moderna (y universitaria) ciudad de Uppsala, al norte de Estocolmo, existió hasta hace mil años un importante templo y lugar de culto (y ritual) para los suecos.


Según el cronista y religioso alemán Adan de Bremen, en este templo se celebraba un festival en honor a tres dioses – Freyr, Thor y Odín – hacia el año mil, denominado blót. El blót se celebraba cada nueve años, alrededor del equinoccio de primavera y durante nueve días. Cada día era sacrificado un hombre, junto con otros animales machos, como caballos y perros, de tal forma que se sacrificaba a los dioses setenta y dos criaturas vivas. Los cuerpos se colgaban en una cueva sagrada y se dejaba que se pudrieran. Saxo Gramáticus, las Sagas y Snorri Sturluson también recogen estas noticias:



«Cada nueve años todo el pueblo sueco celebraba una fiesta común. Por lo que a los participantes de dicha fiesta se refiere, no existía ninguna excepción: reyes y campesinos llevaban sus ofrendas a Upsala y el más atroz castigo se aplicaba a los que habían aceptado el Cristianismo: eran excluidos radicalmente de las ceremonias. Las ceremonias eran del tipo siguiente: de cada especie de criaturas vivas del sexo masculino se ofrecen nueve cabezas y cada matrimonio tenía que ofrecer una víctima humana, con cuya sangre era costumbre aplacar la ira de los dioses. Los cuerpos de las víctimas desangradas eran colgadas en el bosquecillo que se encontraba junto al templo. Ese bosquecillo era sagrado para los paganos, y todo árbol en el que se colgaba o se descomponía el cuerpo de una de las víctimas era, a partir de aquel momento, un árbol santo. Al lado de los cuerpos humanos se colgaban también los cuerpos de los caballos y de los perros y, según me contó un cristiano, a veces se habían visto más de 72 cuerpos colgados y entremezclados. Por lo demás, las canciones que se cantaban durante esas escandalosas ceremonias eran tan impúdicas, que lo mejor es silenciarlas... Este rito se celebraba hacia la mitad de la estación primaveral».
Lee M. HOLLANDER (Trad.): Heimskringla: History of the Kings of Norway. University of Texas Press, 2007



sábado, 17 de febrero de 2018

EL AMAR DE LOS AMARES.



Cantó el rey Salomón a la más mujer de sus mujeres. Cantó a su cuerpo y a la puerta de su cuerpo y al verdor del lecho compartido.

El «Cantar de los cantares» no se parece ni un poquito a los demás libros de la Biblia de Jerusalén. ¿Por qué está ahí? Según los rabinos, es una alegoría del amor de Dios por Israel. Según los curas, un jubiloso homenaje a la boda de Cristo con la Iglesia. Pero ningún verso menciona a Dios, y mucho menos a Cristo ni a la Iglesia, que nacieron mucho después de que el «Cantar» fuera cantado.

Más bien parece que este encuentro entre un rey judío y una mujer negra fue una celebración de la pasión humana y de la diversidad de nuestros colores. Mejores que el vino son los besos de tu boca, cantaba esa mujer.

Y según la versión que llegó a nuestros días, ella cantaba también: Negra soy, pero bella, y se disculpaba atribuyendo su color a su trabajo, a pleno sol, en los viñedos.

Sin embargo, según otras versiones, el pero fue agregado. Ella cantaba: Negra soy, y bella.

Eduardo Galeano Espejos.

Una historia casi universal

viernes, 16 de febrero de 2018

CAPILLA DE SANTIAGO DE RONCESVALLES.



Junto al Silo de Carlomagno – o capilla del Espíritu Santo – se ubica la capilla de Santiago, un pequeño templo gótico del siglo XIII, que funcionó como parroquia hasta el XVIII. Durante la formación del estado liberal en España, con las desamortizaciones y la pérdida de poder de la clase eclesiástica, la capilla fue cerrada al culto.


En el siglo XX se produjo su resurrección y restauración. Hasta aquí se trajo la campana de Ibañeta que guiaba a los peregrinos a través de la niebla. Cada 15 de agosto se abre la capilla y se recita el Cantar de Roldán. Curiosamente es el único edificio de Roncesvalles que rememora el culto al apóstol Santiago (por otra parte, razón de ser de la existencia mismas del enclave).  

jueves, 15 de febrero de 2018

MELAMPO.




El minia Melampo, nieto de Creteo, vivía en Pilos, Mesenia, y fue el primer mortal al que se concedieron los dones proféticos, el primero que practicó la medicina, el primero que edificó templos a Dioniso en Grecia y el primero que mezcló el vino con agua.

Su hermano Biante, por quien sentía gran afecto, se enamoró de su prima Pero, y eran tantos los pretendientes a su mano que su padre Neleo la prometió al hombre que pudiera ahuyentar de Milacas el ganado del rey Fílaco. Éste apreciaba ese ganado más que cualquier otra cosa del mundo, con excepción de su hijo único Ificlo, y lo guardaba personalmente con la ayuda de un perro que nunca dormía y al que nadie se podía acercar.

Ahora bien, Melampo entendía el lenguaje de las aves, pues le había limpiado los oídos, lamiéndoselos, una carnada agradecida de serpientes jóvenes a las que había librado de la muerte a manos de sus sirvientes y los cadáveres de cuyos padres había enterrado piadosamente. Además, Apolo, con quien se encontró un día en las orillas del río Alfeo, le enseñó a profetizar examinando las entrañas de las víctimas sacrificadas. Así fue cómo supo que quienquiera que tratase de robar el ganado de Fílaco lo recibiría como obsequio, pero sólo después de haber estado encarcelado durante exactamente un año. Como Biante estaba desesperado, Melampo decidió ir al establo de Fílaco en plena noche, pero tan pronto como intentó tocar una vaca el perro le mordió en la pierna y Fílaco, levantándose de un salto de la paja en que dormía, lo hizo encarcelar. Eso era, por supuesto, lo que esperaba Melampo.

En la tarde del día en que terminaba su año de encarcelamiento oyó Melampo a dos carcomas que hablaban en el extremo de la viga que se introducía en la pared sobre su cabeza. Una de ellas preguntó con un suspiro de cansancio:
¿Cuántos días de roer nos quedan todavía, hermana?
La otra, con la boca llena de polvo de madera, contestó:
Estamos progresando mucho. La viga caerá mañana al amanecer si no perdemos el tiempo en conversaciones inútiles.
Melampo gritó al oír eso:
¡Fílaco, Fílaco, te ruego que me traslades a otra celda! Aunque Fílaco se rió de las razones de Melampo, le trasladó a otra celda. Cuando la viga cayó en la hora predicha y mató a una de las mujeres que ayudaban a sacar la cama, la presciencia de Melampo dejó asombrado a Fílaco.
Te concederé la libertad y el ganado —le dijo— si curas de
la impotencia a mi hijo Ificlo.

Melampo accedió. Comenzó la tarea sacrificando dos toros a Apolo, y después de haber quemado los fémures con la grasa, dejó las reses muertas junto al altar. Poco después descendieron dos buitres y uno de ellos le dijo al otro:
Deben haber pasado varios años desde que estuvimos aquí la última vez. Fue cuando Fílaco castraba carneros y nosotros tuvimos nuestros gajes.
Lo recuerdo —dijo el otro— Ificlo que entonces era todavía un niño, vio que se le acercaba su padre con un cuchillo manchado con sangre y se asustó. Al parecer temía que le castrara también a él, porque se puso a gritar con todas sus fuerzas. Fílaco clavó el cuchillo en el peral sagrado que se alzaba aquí, para no perderlo, mientras corría a consolar a Ificlo. Ese susto explica la impotencia. ¡Pero Fílaco se olvidó de recoger el cuchillo! Allí está todavía, clavado en el árbol, pero la corteza ha cubierto su hoja y sólo se ve el extremo del mango.
En ese caso —observó el primer buitre— el remedio de la impotencia de Ificlo sería extraer el cuchillo, raspar el orín dejado por la sangre de carnero y administrárselo, mezclado con agua, durante diez días seguidos.
Estoy de acuerdo —declaró el otro buitre—. ¿Pero quién aún con menos inteligencia que nosotros, sería lo suficientemente sensato como para prescribir semejante medicina?

Así pudo Melampo curar a Ificlo, quien no tardó en engendrar un hijo llamado Podarces; y, habiendo reclamado primeramente el ganado y luego a Pero, entregó ésta, todavía virgen, a su agradecido hermano Biante.

Ahora bien, Preto, hijo de Abante, que reinaba en Argólide juntamente con Acrisio, se había casado con Estenebea, quien le dio tres hijas llamadas Lisipe, Ifínoe e Ifianasa, aunque algunos llaman a las dos menores Hipónoe y Cirianasa. Bien porque habían ofendido a Dioniso, o bien porque habían ofendido a Hera por haber incurrido excesivamente en amoríos, o robando el oro de su imagen en Tirinto, la capital de su padre, los dioses enloquecieron a las tres, que recorrían furiosas las montañas como vacas picadas por el tábano, conduciéndose de la manera más desordenada y atacando a los viajeros.

Cuando Melampo se enteró de eso fue a Tirinto y se ofreció a curarlas, con la condición de que Preto le recompesara con la tercera parte de su reino.
El precio es demasiado alto —replicó Preto bruscamente, y Melampo se retiró.
La locura se extendió a las mujeres argivas, muchas de las cuales mataban a sus hijos, abandonaban sus hogares y en su desvarío iban a unirse a las tres hijas de Preto, por lo que no había seguridad en los caminos y los rebaños de ovejas y el ganado vacuno sufrían fuertes pérdidas, porque las mujeres desenfrenadas descuartizaban a los animales y los devoraban crudos. Al ver eso Preto se apresuró a llamar a Melampo para decirle que aceptaba sus condiciones.
No, no —dijo Melampo—, así como ha aumentado la enfermedad, así también han aumentado mis honorarios. Dame a mí una tercera parte de tu reino y dale otra tercera parte a mi hermano Biante, y me comprometo a librarte de esa calamidad. Si te niegas, no quedará en su hogar una sola mujer argiva. Preto aceptó y Melampo le aconsejó:
Promete veinte bueyes rojos a Helio —yo te diré lo que debes decir— y todo andará bien.

En conformidad, Preto prometió los bueyes a Helio, con la condición de que sus hijas y las acompañantes de éstas se curasen, y Helio que lo ve todo, prometió inmediatamente a Artemis que le daría los nombres de ciertos reyes que no habían hecho sacrificios, con la condición de que convenciera a Hera para que anulara su maldición de las mujeres argivas. Ahora bien, Artemis había perseguido y dado muerte recientemente a la ninfa Calisto para complacer a Hera, por lo que no tuvo dificultad en ponerla de su lado en el asunto. Así es como se hacen las cosas tanto en el cielo como en la tierra: una mano lava a la otra.

Luego Melampo, ayudado por Biante y un grupo escogido de jóvenes fornidos condujeron a la desordenada multitud de mujeres de las montañas a Sición, donde se curaron de su locura, y luego las purificaron mediante la inmersión en un pozo sagrado. Como no encontraron a las hijas de Preto entre aquella chusma, Melampo y Biante fueron otra vez en su busca y persiguieron a las tres hasta Lusi en Arcadia, donde se refugiaron en una cueva que daba al río Estigia. Allí Lisipe e Ifianasa recuperaron su juicio y se purificaron, pero Ifínoe había muerto en el camino.

Melampo, se casó luego con Lisipe; Biante (cuya esposa Pero había muerto hacía poco) se casó con Ifianasa, y Preto recompensó a ambos de acuerdo con su promesa. Pero algunos dicen que el verdadero nombre de Preto era Anaxágoras.
Robert Graves.
Los Mitos Griegos. 


miércoles, 14 de febrero de 2018

¿QUIEN FUE SAN VALENTIN?




Todos sabemos que el 14 de Febrero se celebra el día de los enamorados, aunque son muchos los que detestan este día (por uno u otro motivo), lo cierto es que miles de parejas se regalan flores, bombones y disfrutan de románticas cenas. Pero pocos saben quien fue el santo Valentín.

Valentín vivió en el siglo III era sacerdote en Roma en un tiempo en que ser cristiano no estaba muy bien visto en tierras del Imperio. Valentín casaba en secreto a los legionarios romanos, en contra de la opinión del emperador Claudio II "el Gótico", que prefería un ejército formado por soldados sin familia.

Entre una cosa (el cristianismo) y otra (desobedecimiento) Valentín dio con sus huesos en la cárcel y posteriormente fue martirizado y ejecutado. Aunque existieron dos mártires más llamados Valentín, posiblemente sea este sacerdote el que terminó por convertirse en patrón de los enamorados.

martes, 13 de febrero de 2018

MUSA IBN MUSA.



Musa Ibn Musa fue un destacado miembro de la dinastía de los Banu Qasi del valle del Ebro. una de las primeras familias de muladíes (cristianos conversos al Islam) de Hispania. Lazos de sangre lo emparentaban con el primer rey de Pamplona. Musa era medio hermano de Íñigo Aritza y el navarro le entregó la mano de su hija, Assona Aritza.

A lo largo de su vida Musa mantuvo intensas relaciones con los emires cordobeses – Abderramán II y Mohamed I – que le fueron entregando territorios y también con los monarcas pamploneses. Fue gobernador de Tudela y de su comarca, y más tarde de toda la Marca Superior. Tal fue el poder que llegó a acumular Musa ibn Musa, que no dudó en autoproclamarse “tercer rey de España” (tertius regem d'Isbaniya), un claro desafío a la autoridad cordobesa. Para defender sus posesiones construyó la fortaleza de Albelda al sur de Logroño.

Hombre de armas, su primera participación destacada en batalla fue en el 824, cuando ayudó a su medio hermano Iñigo a derrotar a los ejércitos carolingios en la Segunda Batalla de Roncesvalles. Más tarde luchó a favor de Córdoba contra los cristianos y ayudó a expulsar a los piratas vikingos de Andalucía.

En el enfrentamiento entre cristianos y musulmanes, Musa apostó a caballo ganador, y se fue alejando de Pamplona conforme se acercaba a Córdoba. En cierta ocasión se enfrentó al rey asturiano Ordoño I. Los cronistas cristianos otorgan la victoria a Ordoño, mientras que las fuentes musulmanes recogen el triunfo de Musa. Dos caudillos guerreros que tenían que mantener su reputación de grandes militares.

Gran militar pero mal diplomático, al final de sus días acabó enfrentándose con el emir de Córodoba, no supo conservar su posición (ni sus posesiones) y acabó dilapidando todo el poder que había acumulado su familia.



lunes, 12 de febrero de 2018

VALKYRIA.



Las mujeres lloran a sus muertos, los niños quedan huérfanos, muchos de los caídos no volverán a levantarse, la valkyria cumple con su cometido y conduce a Walhalla al más valiente de los guerreros, aquel que murió con la espada en la mano, el que nunca dio la espalda al enemigo y jamás se dio por vencido. Desde los cielos Wotan espera a otro soldado para formar su ejército. 

domingo, 11 de febrero de 2018

EL CANTAR DE ROLDÁN




El 14 de Octubre de 1066 se enfrentaron en Hastings el rey anglosajón Harold II y el duque de Normandía William the Conqueror. En los momentos previos al trascendental combate, el juglar Taillefer, para enardecer a las tropas normandas, recitó los versos que cuentan la heroica resistencia y la dramática muerte de Roldán, el paladín franco emboscado en la batalla de Roncesvalles.

Locura fuera -responde Roldán-. Perdería por ello mi renombre en Francia, la dulce. Muy pronto habré de asestar recios golpes con Durandarte. Sangrará su hoja hasta el oro del pomo. Los viles sarracenos vinieron a los puertos para labrar su infortunio. Os lo juro: a todos les espera la muerte.



El Cantar de Roldán – Chanson de Roland – es el Cantar de Gesta por excelencia, obra fundamental de la literatura francesa y también uno de los más hermosos. La base histórica es la emboscada que el ejército de Carlomagno sufrió en el desfiladero de Roncesvalles a manos de los vascones. Pero esto es poesía y romance no historia bélica para llenar viejos manuales, es la novelización de una campaña militar. Tres siglos separan la acción narrada del texto escrito (podemos establecer un paralelismo con la Guerra de Troya y la Ilíada), la tradición oral se encargó de dar forma a la versión definitiva, adornó, deformó, exageró, olvidó unos detalles e inventó otros, y la batalla acabó convertida en un excelso poema, y la historia quedó como algo meramente residual.

Altos son los montes y tenebrosas las quebradas, sombrías las rocas, siniestras las gargantas. Los franceses las cruzan ese mismo día, con grandes fatigas. Desde quince leguas de distancia, se oye el ruido de la marcha de las tropas. Cuando llegan a la Tierra de los Padres y avistan Gascuña, dominio de su señor, hacen memoria de sus feudos, de las jóvenes de su patria y de sus nobles esposas. Ni uno de ellos deja de verter lágrimas de enternecimiento. Más aún que los otros, se siente pleno de angustia Carlos: ha dejado en los puertos de España a su sobrino. Lo invade el pesar y no puede contener el llanto.

Los vascones se convirtieron en sarracenos y se introducen dos pulsiones muy humanas, la traición y la venganza. Los francos son atrapados en el Pirineo por la traición de Genalón y tras la muerte de Roldán, el emperador Carlomagno se tomará justa venganza matando al emir musulmán en combate singular. De esta manera, el Cantar de Roldán, se nos muestra como un episodio más de la lucha eterna entre Cristianismo e Islam, Occidente contra Oriente, y el Bien contra el Mal.

Os lo voy a decir -responde Ganelón-. Partirá el rey hacia los mejores puertos de Cize; dejará su retaguardia a sus espaldas. Con ella quedará el poderoso conde Roldán y Oliveros, en quien tanto confía éste, al mando de veinte mil franceses. Enviadle cien mil de los vuestros para darles la primera batalla. Las huestes de Francia hallarán gran quebranto, aunque también habrán de sufrir los vuestros, no lo niego. Mas entablad luego la segunda batalla: ya sea en la una o en la otra, no habrá de salvarse Roldán. Habréis llevado a cabo, entonces, una gran proeza y nunca en vuestra vida volveréis a tener guerra.

El autor o, mejor dicho, autores, dibujan a los protagonistas de la trama. En palabras de Riquer-Valverde: “El acierto estriba en que los tipos del cantar están matizados de tal suerte que se advierte su humanidad y no quedan relegados a la categoría de paradigmas de virtudes y vicios”.

El emperador se halla en un gran vergel: junto a él, están Roldán y Oliveros, el duque Sansón y el altivo Anseís, Godofredo de Anjeo, gonfalonero del rey, y también Garín y Gerer, y con ellos muchos más: son quince mil de Francia, la dulce. Los caballeros se sientan sobre blancas alfombras de seda; los más juiciosos y los ancianos juegan a las tablas y al ajedrez para distraerse, y los ágiles mancebos esgrimen sus espadas. Bajo un pino, cerca de una encina, se alza un trono de oro puro todo él: allí se sienta el rey que domina a Francia, la dulce. Su barba es blanca, y floridas sus sienes; su cuerpo es hermoso, su porte altivo: no hay necesidad de señalarlo al que lo busque.



Roldán es el héroe, un joven guerrero algo tozudo. La temeridad le conducen a una muerte segura al luchar contra un enemigo superior y considerar un acto de cobardía pedir ayuda al emperador. Olivero, amigo y colega de armas de Roldán, valiente y sensato. “Rollant est proz e Oliver est sage”.



Roldán es esforzado y Oliveros juicioso. Ambos ostentan asombroso denuedo. Una vez armados y montados en sus corceles, jamás esquivarían una batalla por temor a la muerte. Los dos condes son valerosos y nobles sus palabras.



Ganelón es el padrastro de Roldán y el traidor que condujo al ejército franco hacia el desastre. A pesar de todo no es una persona ni vil ni cobarde.

Y el conde Ganelón se siente penetrado por la angustia. Retira de su cuello las amplias pieles de marta, descubriendo su brial de seda. Sus ojos son veros, su rostro altivo; noble es su cuerpo y su pecho amplio: tan hermoso se muestra que todos sus pares lo contemplan.



Carlomagno es el soberano supremo de la Cristiandad, protegido permanentemente por Dios, su señor feudal.

Buen motivo tengo para maravillarme -añade el infiel-. Carlomagno es viejo y blanca su cabeza; en mi opinión, debe tener más de doscientos años; por tantas tierras ha llevado a la lucha su cuerpo, ha recibido tantos tajos y lanzazos, tantos opulentos reyes se han convertido por su culpa en mendigos, ¿cuándo se cansará de guerrear?

Nunca -responde Ganelón-, mientras viva su sobrino. No hay hombre más valeroso que Roldán bajo el firmamento. Y también es varón esforzado su amigo Oliveros. Y los doce pares, que tanto ama Carlos, forman su vanguardia con veinte mil caballeros. Carlos está bien seguro, no teme a ningún ser viviente.



El arzobispo Turpín es una clérigo que lucha como el más valiente de los soldados. Muere poco antes que Roldán.

Por otro lado, he aquí que se acerca el arzobispo Turpín. Espolea a su caballo y sube por la pendiente de una colina. Interpela a los franceses y les echa un sermón:

-Señores barones, Carlos nos ha dejado aquí: Por nuestro rey debemos morir. ¡Prestad vuestro brazo a la cristiandad! Vais a entablar la lucha; podéis tener esa seguridad pues con vuestros propios ojos habéis visto a los infieles. Confesad vuestras culpas y rogad que Dios os perdone; os daré mi absolución para salvar vuestras almas. Si vinierais a morir, seréis santos mártires y los sitiales más altos del paraíso serán para vosotros.



Alda es la novia de Roldán, que cae fulminada al conocer la muerte de su amado.

Pierde el color y cae a los pies de Carlomagno. Ha muerto al instante; ¡Dios se apiade de su alma! Los barones franceses no escatiman por ella llanto y lamentaciones.



El momento más dramático del cantar es cuando Carlomagno descubre el desastre y se siente culpable por no haber estado allí luchando junto a sus hombres.

Ha muerto Roldán; Dios ha recibido su alma en los cielos. El emperador llega a Roncesvalles. No hay ruta ni sendero, ni un palmo ni un pie de terreno libre donde no yazca un franco o un infiel. Y exclama Carlos:

-¿Dónde estáis, gentil sobrino? ¿Dónde está el arzobispo? ¿Qué fue del conde Oliveros? ¿Dónde está Garín, y Gerer, su compañero? ¿Dónde están Otón y el conde Berenguer, dónde Ivon e Ivores, tan caros a mi corazón? ¿Qué ha sido del gascón Angeleros? ¿Y el duque Sansón? ¿Y el valeroso Anseís? ¿Dónde está Gerardo de Rosellón, el Viejo? ¿Dónde están los doce pares que aquí dejé? ¿De qué le sirve llamarlos, si ninguno le ha de responder?

-¡Dios! -dice el rey-. ¡Buenos motivos tengo para lamentarme! ¿Por qué no habré estado aquí desde el comienzo de la batalla?

Y se mesa la barba, como hombre invadido por la angustia. Lloran sus barones y caballeros; veinte mil francos caen por tierra sin sentido. El duque Naimón siente por ello gran piedad.

Con la ayuda de Dios, el emperador Carlomagno vengará la muerte de su sobrino con otra muerte.


Cuando Carlos escucha la santa voz del ángel, desecha todo temor; sabe que no habrá de perecer. Al momento recobra vigor y discernimiento. Golpea al emir con la espada de Francia. Le parte el yelmo, en el que fulguran las gemas, le abre el cráneo, derramándole los sesos y, luego de hendirle la cabeza toda hasta la barba blanca, lo derriba muerto sin esperanza.


sábado, 10 de febrero de 2018

IXIÓN



Ixión, hijo de Flegias, el rey lapita, convino en casarse con Día, hija de Deyoneo, le prometió ricos regalos de boda e invitó a Deyoneo a un banquete, pero preparó delante del palacio una trampa con un gran fuego de carbón vegetal debajo, y el confiando Deyoneo cayó en ella y se quemó.

Aunque los dioses menos importantes lo consideraron una acción nefanda y se negaron a purificar a Ixión, Zeus, que obraba igualmente mal cuando se enamoraba, no sólo le purificó, sino que además lo llevó a comer en su mesa.

Ixión era desagradecido y se propuso seducir a Hera, a quien, según suponía, le agradaría tener la oportunidad de vengarse de Zeus por sus frecuentes infidelidades. Pero Zeus adivinó las intenciones de Ixión y dio a una nube la forma de una falsa Hera con la que Ixión, que había bebido demasiado para descubrir el engaño, satisfizo su deseo. Zeus le sorprendió in fragranti y ordenó a Hermes que lo azotase sin piedad hasta que repitiese las palabras: «Los benefactores merecen ser honrados», y luego lo ató a una rueda ardiente que gira sin cesar por el firmamento.

La falsa Hera, llamada luego Neféle, dio a Ixión como hijo el proscrito niño Centauro, del que se dice que cuando llegó a la edad viril engendró caballos-centauros con yeguas magnesias, de los cuales el más célebre fue el docto Quirón.

Robert Graves.
Los Mitos Griegos.

viernes, 9 de febrero de 2018

IMMIGRANT SONG.



Ah-ah, ah!
Ah-ah, ah!



We come from the land of the ice and snow
From the midnight sun, where the hot springs flow
The hammer of the gods
W'ell drive our ships to new lands
To fight the horde, and sing and cry
Valhalla, I am coming!



On we sweep with threshing oar
Our only goal will be the western shore



Ah-ah, ah!
Ah-ah, ah!



We come from the land of the ice and snow
From the midnight sun where the hot springs flow
How soft your fields so green
Can whisper tales of gore
Of how we calmed the tides of war
We are your overlords



On we sweep with threshing oar
Our only goal will be the western shore



So now you'd better stop and rebuild all your ruins
For peace and trust can win the day despite of all your losing



Ooh-ooh, ooh-ooh, ooh-ooh
Ooh-ooh, ooh-ooh, ooh-ooh
Ooh-ooh, ooh-ooh, ooh-ooh
Ooh-ooh, ooh-ooh, ooh-ooh
Ooh-ooh, ooh-ooh, ooh-ooh.





[Venimos de la tierra del hielo y la nieve,
donde brilla el sol de medianoche y sopla la primavera caliente
El martillo de los dioses va a conducir nuestros barcos a nuevas tierras,
Para luchar contra la horda, cantando y llorando: Valhalla, allá voy!

Con los remos trillamos el mar, nuestra única meta serán las costas de Occidente.

Venimos de la tierra del hielo y la nieve,

donde brilla el sol de medianoche y sopla la primavera caliente
Tus suaves campos, tan verdes, pueden susurrar historias de sangre
sobre como calmamos los ánimos de guerra. Somos tus señores.

Con los remos trillamos el mar, nuestra única meta serán las costas de Occidente.

Por ahora mejor parar y reconstrir todas tus ruinas,
para que la paz y la confianza puedan ganar, a pesar de todas tus pérdidas].

Led Zeppelin.


jueves, 8 de febrero de 2018

KOPPANY.


La Europa pagana se resistía a convertirse en Cristiana, llegando a derramar sangre y muriendo en el intento. Koppany – o Copan – señor de Smogy, hijo de Tar Zerind y descendiente por línea directa del caudillo Arpad se opuso, primero a la conversión al cristianismo del príncipe Geza y en segundo lugar a la coronación como primer rey de Hungría de Esteban.

Cuando murió Geza, Koppany pretendió casarse con su viuda Sarolta e intentó hacer valer sus derechos al principado de los magiares como miembro de mayor edad de todo el clan, en virtud del “senioratus” practicado tradicionalmente entre su pueblo. Pero Geza había designado ya sucesor, su hijo Esteban, cambiando para siempre las leyes de la herencia entre los magiares.

Koppany utilizó el paganismo y la tradición magiar, para aunar las fuerzas necesarias para enfrentarse a Esteban. La disputa quedó resuelta en la batalla de Vezprem. Las tropas de Esteban, y de su aliado Vencelino de Wasserburg aplastaron a los insurrectos. 


Koppany fue ejecutado, y como advertencia para otros posibles rebeldes (y de paso a todos aquellos que no quisieran someterse a la autoridad de Esteban), su cuerpo fue descuartizado en cuatro trozos. Cada uno de los miembros cercenados fue colocado en las puertas de las cuatro ciudades húngaras más importantes: Gyor, Veszprem, Esztergom y Gyulafehérvár (Alba Iulia).