Otro caudillo
derrotado, otro líder arrodillado. En el año 785 en Paderborn el
jefe pagano de los sajones Vidukindo, que había levantado a su
pueblo en armas contra Carlomagno, hinca la rodilla en tierra y
derrotado, presenta sus respetos al emperador. Para demostrar su
buena voluntad, Vidukindo aceptó el bautismo después de pasar
varios años luchando contra el cristianismo y la dominación
carolingia. El pintor romántico Ary Scheffer recreó la escena con
sus pinceles.
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