domingo, 11 de septiembre de 2016

GUILLERMO EL CONQUISTADOR.



Descendiente del legendario Rollo el Caminante e hijo ilegítimo del duque de Normandía Roberto I el Diablo, Guillermo “el Conquistador” - William the Conqueror o Guillaume le Conquérant- por cuyas venas fluía sangre vikinga, un tipo duro que machacó a todos sus rivales y zurró de lo lindo a sus opositores, ha sido, hasta el día de hoy, el único general capaz de culminar con éxito un desembarco en la Gran Bretaña. Algunos historiadores no han dudado en declarar a Guillermo el auténtico primer rey de Inglaterra.

Huérfano a los ocho años, su agitada infancia y el cambiar constantemente de hogar y de tutor que trataban de aprovecharse de él, transformaron a Guillermo, un muchacho robusto, en un hombre duro, dispuesto, arrojado y valiente, en ocasiones dominado por la cólera. Su condición de bastardo le hizo objeto de mofa y desdén por parte de los engreídos nobles. Llegado el momento, convertirdo en duque de Normandía con todas las de la ley, se tomó justa y violenta venganza. Obligó a los nobles jurarle fidelidad sometiéndolos a su voluntad. Configuró un ducado fuerte y centralizado y perfectamente organizado con un poderoso ejército que ni el rey de Francia (del que el duque Guillermo era vasallo) podía permitirse.

Guillermo contrajo matrimonio con Matilde de Flandes, tuvieron no menos de nueve hijos, fueron un matrimonio feliz y formaron un perfecto equipo de gobernantes. Además de una brillante y amorosa esposa, su unión con Matilde le propició un poderoso aliado, el Condado de Flandes.


Con 24 años fue invitado a Inglaterra por su primo Eduardo el Confesor y a su regreso al hogar contaba a todo aquel que prestase oídos que el rey inglés había prometido nombrarlo sucesor al trono. Pero murió Eduardo y los nobles sajones eligieron a su propio rey, Harold Gowinson de Wessex. El obstinado duque de Normandía pertrechó naves, consiguió que el papa Alejandro II bendijese su estandarte (y por extensión la expedición), cruzó el canal, venció a Harold en la batalla de Hastings y se coronó rey de Inglaterra.


Esta epopeya está narrada de forma excepcional en una pieza única, el Tapiz de Bayeux.


Con Guillermo sentado en el trono inglés se produjo la división histórica (e histérica) entre sajones y normandos. Nunca dudó en arrebatar todo a sus antiguos enemigos (ahora sufridos súbditos) y entragarlo a los caballeros que le acompañaron en su aventura. En pocos años la nobleza local fue esquilmada y el campesinado sometido a servidumbre. En 1086 reunió a todos los señores, grandes y pequeños, a una asamblea en Salisbury, y les hizo prestar un juramente de fidelidad hacia su persona.

Además de conquistador, Guillermo destacó como administrador y encargó la redacción del Domesday Book, un censo y registro de la propiedad, que recogía toda la información necesaria para gobernar las tierras recién adquiridas. Este documento es algo inédito en la Europa de su tiempo.


Los últimos años de vida los pasó luchando por conservar su posesiones y mantener el orden en ambas orillas del canal, y en 1087 se reunió definitivamente con el Sumo Hacedor.


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