domingo, 13 de octubre de 2019

LA MORT SAINT INNOCENT.




La vejez nos alcanza, la muerte siempre nos derrota. Tan segura está de su propósito, que nos regala una vida de ventaja. Ricos y pobres, trabajadores y menesterosos, guapos y feos, tanto el campesino como el banquero, todos seremos descarnados. La Mort Saint Innocent (1530), el esqueleto, el sostén del cuerpo en vida, sobrevive a la carne, y continúa en pie, cuán difícil es el olvido. Su presencia nos recuerda a todos que algún día nos reuniremos para celebrar un banquete en el Infierno. Esta sugerente escultura, que encontré en una visita al Museo de Louvre, se alzaba en el centro del cementerio de los inocentes (hasta el año 1786) para dar la bienvenida a los vivos y también a los muertos. Aquí yace la esperanza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario