Las casas nobiliarias
tienden a unirse y apoyarse mutuamente contra las adversidades
(cualquiera que sea la forma que tomen), y a lo largo de la Historia
de la Humanidad, la mujer ha sido la tinta con la que se han firmado
esas alianzas. Dobrawa fue infanta de Bohemia de la familia
premíslida, hija de Boleslao I el Cruel. Su matrimonio con Miezko I
la convirtió, además, en duquesa consorte de Polonia. Nos situamos
a mediados del siglo X, un momento histórico en que los diferentes
grupos eslavos trabajaban para dar forma a sus propios estados (ya
fueran condados, ducados o reinos).
Durante la Edad Media se
consideraba a Dobrawa la principal responsable del bautismo de Miezko
y de la adopción del cristianismo por el Ducado de Polonia. La
iglesia siempre tuvo interés en mantener viva esta tradición. No
obstante los historiadores modernos (¿más objetivos?) consideran
que la conversión religiosa se había acordado entre polacos y
bohemios poco antes de la celebración de la boda. Esas clausulas
matrimoniales también sirvieron para materializar la colaboración
entre Miezko y Boleslao, o lo que es lo mismo, entre Polonia y
Bohemia.
Miezko y Dobrawa
tuvieron varios hijos e hijas, entre ellos Boleslao I que sería
coronado primer rey de Polonia (1025) o la legendaria Sigrid la
Altiva, una reina escandinava casada sucesivamente con el sueco Erick
el Victorioso y con Svend I de Dinamarca "Barbapartida". La propia existencia
histórica de Sigrid es todavía motivo de discusión. La muerte de
Dobrawa, ocurrida en 977, debilitó considerablemente la alianza
polaco-bohemia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario