miércoles, 19 de noviembre de 2014

KUROS CHIPRIOTA.



Una de las manifestaciones escultóricas del arte griego arcaico fueron los kuros, hermosos y jóvenes muchachos que ofrecen al espectador lo mejor de sus atléticos cuerpos. Esta escultura, de aproximadamente año 550 a.C. fue hallada en la isla de Chipre, en el santuario de Apolo en Pyla. 


Una elegante barba, una prominente melena con bucles que le caen a media espalda y una vestimenta orientalizante son los rasgos que primero llaman la atención de esta obra. En cuanto a las facciones del rosto destacan unos grandes ojos almendrados, una nariz fuerte y unos labios que muestran una sonrisa contenida. Por otro lado este muchacho es mucho más fornido que los esbeltos kuros continentales, y su desnudez no es tan manifiesta como en los prototipos griegos.


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