lunes, 24 de mayo de 2021

CASTILLO DE VILLAMAYOR DE MONJARDÍN.


La fortaleza, denominada de San Esteban de Deyo formaba parte del entramado musulmán, pero fue el rey pamplonés el que la conquistó para anexionar esta destacada atalaya al reino de Pamplona. El propio rey la convirtió en panteón real y se hizo enterrar en ella. El castillo se ha restaurado recientemente para consolidar los muros y no perder este importante hito histórico. Una fortaleza roquera, los reyes navarros la cedieron al monasterio de Irache y más tarde al obispo de Pamplona. La corona recuperó su titularidad en el año 1319.


Del castillo de Monjardín quedan unas evocadoras ruinas situadas en un monte, dominando el entorno. Castillo roquero que se divisa desde muchos kilómetros alrededor, sirve de hito y guía en el Camino de Santiago. El castillo de Monjardín fue conquistado a los musulmanes por el rey Sancho Garcés en el año 908, castillo que poseían los Banu Qasi de Tudela, cristianos convertidos al Islam y que fueron denominados los terceros reyes de España por sus posesiones entre Borja, Tarazona, Tudela y Zaragoza. Pasó después al obispo de Pamplona, con intervalos en los que volvió a la corona. En 1319, finalmente quedó integrado en la corona, para ser reparado por Carlos II. En el siglo XVI tras la conquista de Navarra, pasó al conde de Leerán, condestable del reino, para quedar definitivamente vinculado a Diego Alvarez de Toledo. La estructura es un pentágono irregular y conserva un torreón de plaza cuadrada, la capilla de la Santa Cruz y un aljibe. Todavía el castillo fue utilizado en el siglo XIX durante las guerras carlistas.

Jorge Jiménez Esteban.

Castillos en el Camino de Santiago.

Revista Peregrino 78.



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