jueves, 18 de febrero de 2021

ANTIGUO HOSPITAL DE PEREGRINOS SAN JUAN DE ACRE EN NAVARRETE.

 


Solo quedan en pie unas pocas ruinas, pero suficientes para hacerse una idea de las dimensiones del conjunto. Fundado hacia 1185 para albergar y auxiliar a los peregrinos que llegaban, rendidos, hasta aquí. Una serie de excavaciones arqueológicas han conseguido localizar los muros principales del antiguo hospital, que contaba con una iglesia con planta de cruz latina y torre cilíndrica con escalera de caracol.

Los sanjuanistas aparecieron tempranamente en el Camino de Santiago. Según Arcaz61, ello se debe a la capacidad de los freires de la Orden para atender alberguerías y hospitales e, incluso, para proporcionar seguridad y protección a los peregrinos. Se trataba de hospitales pequeños, que servían no sólo de centro sanitario, sino también como asilo y hospedería, ofreciendo la posibilidad de una estancia más prolongada a los enfermos.

Ángela Madrid Medina.

La actividad hospitalaria de la Orden de Malta en España.



A estas alturas está demostrado que el camino es, ha sido y será, más Sanjuanista que Templario. Y en Navarrete los hospitalarios de San Juan tuvieron otra encomienda. Antes de encarar la subida que nos conduce a la villa de Navarrete, al pie del Camino de Santiago, nos encontramos las evocadoras ruinas de una pequeña iglesia de planta central. Este edificio formaba parte de un hospital de peregrinos que fue construido a finales del siglo XII. Una mujer, con fama de excepcional, María Ramírez, fue su impulsora. Esfuerzo personal y económico enfocado a ayudar a los que más lo necesitaban. Cuando murió esta buena señora, su cuerpo fue inhumano en el templo y el hospital (e iglesia) fueron cedidos a la Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Acre, que lo administró hasta su desaparición en el siglo XIX. A finales de esa misma centuria, y dado su ruinoso estado, se demolió y portada y ventanales fueron trasladados al camposanto de Navarrete donde se conservan en la actualidad. Esas piedras que nos observan con cierto recerlo, son las guardianas de la historia.


El pórtico ostenta cinco columnas a cada lado, que sostienen capiteles y arcos en los que alternan estrías y zigzag. Los arcos algo apuntados, llegan en su intersección diversas figuras: Cristo, ángeles, rostros deteriorados. La figura siguiente a la de Cristo podría ser la de un alquimista. Encima de los arcos, un rosetón, estrella de seis puntas o tres triángulos curvilíneos. Por fin, debajo de la cruz probablemente moderna, una lucha de caballeros, o sea la idea de juicio que preside el conjunto.

Juan Pedro Morin Bentejac

Jaime Cobreros Aguirre.

El Camino iniciático de Santiago.




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