domingo, 8 de noviembre de 2020

FANNY BLANKERS – KOEN, LA MAMÁ VOLADORA.


En un mundo diseñado por, y para los hombres, la mujer siempre ha tenido que saltar más alto, correr más rápido y trabajar más duro, para que se les tomase en serio. En 1936 el deporte femenino era minusvalorado e incluso hubo expertos (hombres todos ellos, por supuesto) que intentaban demostrar que la práctica del deporte era nociva para la salud de la mujer. A pesar de todo, el programa olímpico incluía algunas pruebas femeninas, y una de las mujeres que acudió a la cita berlinesa, fue Fanny Blankers – Koen, que consiguió un 5º puesto en el 4x100 y una 6º en salto de altura. Además consiguió volver a casa con un autógrafo de la gran estrella de aquellos Juegos Olímpicos, el norteamericano Jesse Owens.



Fanny había nacido en Lage Vuursche, un pequeño pueblo de los Países Bajos, comenzando a practicar deporte desde muy joven. Su físico privilegiado le permite destacar en todo lo que hace, gimnasia, patinaje, natación, atletismo e incluso esgrima. Con 17 años su entrenador le aconseja que se centre en el atletismo, y en poco tiempo consigue batir el récord neerlandés de 800 metros. No obstante inmediatamente pasa a pruebas más explosivas: velocidad y saltos.



Tras su debut en los Juegos Olímpicos de 1936, su carrera internacional se vio frenada por la Segunda Guerra Mundial, pero Fanny mantuvo la ilusión y siguió entrenando. La primera cita después de la contienda bélica fue Londres 1948, y Fanny se presentó con 30 años, casada y con dos hijos. La mamá voladora sorprendió al mundo del deporte, al tiempo que rompía a base de zancadas el techo de cristal, pulverizando todos los tópicos que existían sobre el deporte femenino, la edad y la maternidad. Ganó el oro en 100 metros, en 200, en 80 vallas y en 4x100, igualando la gesta de Jesse Owens y anticipando la de Carl Lewis. Ninguna mujer ha conseguido superarla y es reconocida por la Federación Internacional de Atletismo como la Mejor Atleta del Siglo XX.



Años más tarde, durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Munich, Fanny pudo acercarse a saludar a Jesse Owens. “Soy Blankers – Koen y sigo conservando un autógrafo tuyo”, dijo la velocista, a lo que Jesse Owens respondió “No tienes que contarme quien eres, lo se todo sobre tí”.


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