sábado, 26 de septiembre de 2020

INTRODUCCIÓN AL IMPERIO MEDIO.

 


Con el Imperio Medio, Egipto vuelve a alcanzar gran esplendor, los faraones lograron aumentar su poder y restablecer el orden (maat), como Mentuhotep II y Sesostris III, se crearon nuevas ciudades y se construyeron obras públicas. La lengua y literatura de la época se han tomado como modelos a seguir, en definitiva, la civilización egipcia alcanzó el máximo esplendor de su historia.


El Imperio Medio significó la recuperación de la grandeza perdida del Imperio Antiguo. La reunificación de todo Egipto fue obra de Mentuhotep II (que pertenecía a la dinastía XI), de la ciudad de Tebas, convertida en nueva capital. Mentuhotep fue el que ha vuelto la calma a las dos tierra. Los sucesores de Mentuhotep continuaron con su obra.


El Primer Período Intermedio terminó con una cruenta guerra civil que enfrentó la dinastía tebana a la heracleopolitana. Un monarca tebano, conquisto la capital rival y se proclamó rey del Alto y Bajo Egipto, su nombre Mentuhotep II. Con este faraón comienza en Imperio Medio y la recuperación de Egipto tras un periodo de crisis y agitación.


Una vez unificado Egipto, Mentuhotep II consagró la mayor parte de sus esfuerzos al restablecimiento de la autoridad real y de la prosperidad economica interior. Para ello, tomó una importante serie de medidas que podemos enumerar como sigue: en primer lugar, una energica politica de centralización, que le llevo incluso a la supresion de algunos principados hereditarios en el Alto Egipto, aprovechando las circunstancias de la pasada guerra civil. En los nomos hereditarios subsistentes, los nomarcas debieron sentirse de todos modos estrechamente controlados por el poder real. La capital politica del Estado quedó fijada definitivamente en Tebas, y se creo un nuevo e importante cargo administrativo: el de gobernador del norte. Se potenció de nuevo la administracion centralizada, de acuerdo con el modelo heracleopolitano y, en ultima instancia, menfita. El poder central era de nuevo dirigido por el visir, y controlaba estrechamente en particular a los funcionarios provinciales, los cuales eran frecuentemente cambiados de lugar para impedir que, con el tiempo, pudiesen llegar a formar nuevas dinastias hereditarias en los nomos directamente dependientes del Estado.

Josep Padró

Historia del Egipto Faraónico.


Dinastía XI. Los faraones Mentuhotep de esta dinastía se dedicaron a unificar el país, consiguieron expulsar a las tribus libias que se habían asentado en el Delta y trasladaron la capital desde Heracleópolis a Tebas, de donde procedían. Los primeros soberanos de esta dinastía tan sólo controlaban la zona de Tebas.


Dinastía XII. El faraón Amenemhat I centralizó aún más el poder a costa de los levantiscos nomarcas y Seostris III completó la reorganización. El país fue dividido en tres distritos para evitar que los nomarcas pudieran concentrar el poder; el Bajo Egipto, el Alto Egipto y otro para Elefantina y la Baja Nubia, con un visir y una burocracia al frente, que sustituyen a los sacerdotes y escribas. Este faraón Sesostris inició, además, una gran expansión territorial hacia Libia, al oeste, Siria, al este y Nubia al sur. Para proteger la frontera construyó fortalezas en el límite de la Segunda Catarata. Los monarcas de la Dinastía XII trasladaron la capital de Tebas, primero a Ittauy, y más tarde a Illahum, para aprovechar mejor los recursos agrícolas de la fértil zona del oasis de El-Fayyum. Aquí se concentró el poder político y las construcciones funerarias.


[...]todos los sucesores de Amenemes I, reyes de la Dinastia XII, constituyen una remarcable serie de gobernantes que, con una clara comprension de los intereses del Estado, prosiguieron y desarrollaron las iniciativas politicas emprendidas muchas veces por el propio fundador de la dinastia, impulsandolas de manera sistematica hasta alcanzar sus objetivos finales.

Josep Padró

Historia del Egipto Faraónico


Los faraones de las dinastías XI y XII fueron auténticos hombres de estado. Su nombre de trono reflejaba el de los dioses que ellos adoraban: Montu (Mentuhotep) y Amón (Amenemhat).


Comercio. Después del retroceso experimentado durante el Primer Período Intermedio, Egipto pudo volver a establecer relaciones comerciales con las potencias del momento. Los contactos con Creta fueron fluidos (en ambos sentidos), se continuó importando cedros del Libano y exportando joyas.


Religión. Durante el Imperio Medio el dios Osiris cobró una gran importancia. Además Amenmehat I, fundador de los Dinastía XII y originario de la ciudad de Tebas, se proclamó descendiente de Amón, deidad titular tebana, y la asoció a Ra, dios de Heliópolis, y quedaron identificados como Amón-Ra. Hacia el 1750 a.C. recopilaron y unificaron varios textos de contenido sagrado y religiosos, en el famoso y enigmático, Libro de los Muertos. La religión vivió la democratización del más allá.


Muro del Príncipe. Durante el Imperio Medio, y en especial la dinastía XII, Egipto se dedicó a ampliar sus fronteras. Los libios habían sido expulsados del Delta y para evitar nuevas y peligrosas invasiones, se levantó una cadena de murallas, el “Muro del Príncipe”.


Arte. El Imperio Medio se caracterizó por un importante desarrollo económico que tuvo su reflejo en las manifestaciones artísticas. Destacan los grandes templos como el de Karnak, y los suntuosos hipogeos, tumbas de notables excavadas en la roca.


El templo egipcio nos recibe con dos grandes muros llamados pilonos, que nos invitan a pasar a un patio porticado, que da acceso a la sala hipóstila, antes de llegar a la Cámara del Dios.


Letras y ciencias. En este período asistimos a un gran progreso científico en campos del saber como las matemáticas y la astronomía, acompañado de un florecimiento literario cuyos máximos exponentes son “El Papiro de Sinué”, “Historia del Náufrago” y “Sátira de los Oficios”.


Perfumería y cosmética. Desde épocas muy tempranas los egipcios elaboraron cosméticos y perfumes a base de frutos exprimidos.


Al final del período un pueblo extranjero, los hicsos, invaden egipto, y nombran a sus propios faraones. El último faraón, la reina Escemiofris, murió sin descendencia, lo que significó el final del Imperio Medio y el inicio de un nuevo periodo de caos y desorden: el Segundo Periodo Intermedio.


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