martes, 12 de mayo de 2020

LOS ÚLTIMOS REYES TINITAS.




Durante los años de la Dinastía II Egipto sufrió numerosos problemas internos. El poder de los reyes quedó reducido a la zona de Menfis, hasta que dos soberanos, Sejemib y Jasejem (penúltimo y último monarca tinita), consiguieron restablecer la capital en Tinis, y de paso reunificar el Alto y el Bajo Egipto.

El sexto monarca de la Segunda Dinastía, fue Sejemib, que reinó durante unos 17 años. Su nombre aparece documentado en vasos de piedra procedentes de Saqqara. Su reinado se caracterizó por una agitación interna debida a la rivalidad entre el Norte y el Sur, el Valle y el Delta. El conflicto superaba el ámbito político, y también tenía un componente religioso, legitimado por la mítica lucha entre los dioses Horus y Set, que combatieron entre sí para unificar y controlar el Alto y el Bajo Egipto.

Después de una violenta revuelta en el reino del Norte, Sejemib abandonó Menfis y encontró refugio en el Sur, donde cambió su nombre de Horus, Sejemib, por el de Set, Peribsen. Durante un tiempo Egipto quedó dividido en dos (dos regiones que parecían irreconciliables). El rey se sintió ligado a los tradicionalistas del Sur, la tierra de Set, dios antagónico de Horus, que simbolizaba el Norte del País. Sejemib/Peribsen restableció la capital en Tinis, y quizás incluso recuperó el dominio de la región menfita. Este rey se hizo enterrar en una mastaba en Abido.

Curiosamente, los dioses protectores de la nueva monarquia unificada pasarian a ser Horus y Set reconciliados. Ello se debe a que un amplio sector de la vieja aristocracia del Alto Egipto se habia mantenido fiel al dios Set tras su derrota por Horus. Despues, los reyes de Hieracompolis tuvieron que aceptar algun tipo de compromiso con esta aristocracia que aun conservaba gran parte de su poder, y cuando los reyes emprendieron la conquista del Bajo Egipto sin duda tuvieron que pedir ayuda a estos principes hereditarios que seguian gobernando en los nomos del sur. La ayuda prestada por los Diez Grandes del Sur quedo plasmada religiosamente en la alianza de Horus y Set unidos en una empresa comun.
Josep Padró
Historia del Egipto Faraónico.

Jasejem sucedió a Sejemib en el trono y se convirtió en el último soberano de la dinastía II. La mayoría de los documentos que conocemos de este monarca proceden de Hieracómpolis, ciudad de la que tal vez era originario. Derrotó al Norte en una cruenta guerra civil y actuó militarmente contra los jefes de los clanes tradicionalistas del Alto Egipto que había apoyado a Peribsen, pero se negaban a la centralización del Esto. De este modo, reunificó el Bajo y el Alto Egipto. Cambió su nombre de Jasejem por el de Jasejemuy, identificándose, de esta manera, con las dos partes del país. Jasejem sustituyó a los príncipes hereditarios del Alto Egipto por administradores, funcionarios del Estado y nomarcas.


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