sábado, 11 de enero de 2020

MÁQUINA INCIENDIARIA DEL SIGLO XV.




El fuego, durante la Edad Media, era un arma muy poderosa, por cuanto suponía un gran peligro para una ciudad. A pesar de contar con murallas de piedra, las casas se apiñaban unas junto a otras, con calles muy estrechas, siendo la madera el material de construcción más utilizado. Los efectos destructivos del fuego aumentaban exponencialmente en situaciones especiales, como cuando se acababa de hacer la siega y se amontonaban los haces de paja en los graneros y en las puertas de las casas.


El ingeniero italiano Taccola diseñó una máquina para incendiar fortalezas, perfectamente recreada en Trebuchet Park (muy cerca de Albarracín). Sobre un chasis de madera que contaba con ruedas, se disponen unos manteletes fijos y detrás se sitúan los soldados que manejaban el ingenio. Un brazo móvil en la parte frontal era equipado con recipientes incendiarios intercambiables, como barriles o fajinas (haces de leña).

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