domingo, 8 de diciembre de 2019

ABENALARIF




Nació en Almería y se formó con maestros del sufismo. Sus tendencias combinan las místicas neoplatónica y la metafísica masarrí. Para Abenlarif no existe comparación posible entre Dios y las cosas, y entre Dios y el hombre. Dios es todo. Las cosas no son nada. Sin embargo, mediante el desprendimiento de cuanto es y tiene, el hombre puede ascender, a través de una serie de moradas, hasta la unión místic con Dios. En ese acto del iniciado o sabio con Dios desaparece toda materialidad y hasta todo rastro de realidad que no se la pura realidad de Dios.

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