miércoles, 4 de septiembre de 2019

CASTILLO DE SALSES.




Entre las marismas del Rosellón y el cálido mar Mediterráneo, rodeada de pinares se yergue esta fortaleza artillera que olvidó en su diseño y funcionalidad los anquilosados castillos medievales. La era de la pólvora comenzaba y era necesario estar preparado.


El Castillo de Salses (Chateau de Salses) fue construido por orden del rey Fernando el Católico para proteger las posesiones aragonesas del sur de Francia. El acceso desde la autopista es fácil y directo.

La fortaleza contaba con una guarnición que podía llegar a los 1500 hombres y cien caballos, en caso de extrema necesidad.



El constructor castellano Ramiro López dotó a este baluarte de un novedoso sistema de contraminas. Se trata de un bello (y único) ejemplo de transición entre el castillo feudal medieval y la nueva fortaleza artillera de la Edad Moderna.

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