miércoles, 24 de abril de 2019

BATALLA DE SARATOGA.




En el año 1777 el general británico John Burgoyne pretendía aplastar definitivamente el levantamiento de las colonias, borrando del mapa cualquier intento de resistencia por parte de los valientes colonos. Con un ejército compuesto por una fuerza de regulares británicos, indios y mercenarios alemanes, diseñó una ambiciosa campaña cuyo objetivo era dar el golpe de gracia a la guerra; una ofensiva coordinada desde tres direcciones con la intención de aislar Nueva Inglaterra del resto de colonias.

Dividir sus tropas fue un tremendo error de cálculo que el ejército británico pagó muy caro. Burgoyne partiría desde Canadá en dirección a Albany. El segundo cuerpo de ejército, con Barry St. Leger al frente avanzaría hacia el sudoeste para reunirse con Burgoyne en Albany. El tercer avance sería dirigido por William Howe que desde Nueva York avanzaría hacia el norte a lo largo del Hudson con la intención de inmovilizar cualquier tropa estadounidense.

Burgoyne logró superar el primer obstáculo que encontró, el fuerte Ticonderoga, aunque la columna avanzaba a duras penas, continuamente hostigada por los guerrillas coloniales. Además el ejército británico comenzaba a sufrir la escasez de alimentos y de pertrechos.


Durante ese tiempo el coronel John Stark había reunido un ejército rebelde de unos 1500 hombres en Bennington. La plana mayor inglesa ordenó cavar trincheras y preparse a defender la posición. El 16 de agosto Stark lanzó un temerario ataque al grito de ¡Los derrotaremos antes de esta noche o Molly Stark se quedará viuda!. Los americanos cargaron y obligaron a retroceder a los flancos británicos. El caos se apoderó de la posición inglesa, muchos merecenarios huyeron en desbandada, 200 británicos murieron y 700 hechos prisioneros. Burgoyne empezaba a sospechar que su plan empezaba a deshacerse. No obstante continuó avanzando.

Lo peor para Burgoyne estaba por llegar. El ejército de St. Leger era derrotado y detenido en la batalla de Oriskany, y sir William Howe, que no tenía la intención de seguir al pie de la letra el plan original, perdió demasiado tiempo combatiendo a George Washington. Nunca lograría llegar a tiempo para ayudar a Burgoyne.


Los momentos clave de esta campaña estaban a punto de acontecer. Horatio Gates ocupó una posición segura en Bemis Heights, un risco elevado sobre el río Hudson, que le otorgaba el contro de la situación y la superioridad táctica sobre Burgoyne. El primer choque tuvo lugar en la Granja Freeman. Benedict Arnold y Daniel Morgan comandaban el ala izquierda. Los fusileros de Morgan encabezaron al devastadora ofensiva sobre el ala británica y Benedict Arnold dirigió el cuerpo de reserva para aumentar la presión sobre los británicos. Esa noche un apesadumbrado Burgoyne cifró las bajas en 600 hombres.

La situación era desesperada, escaseaban los suministros, su fuerza menguaba día a día por las deserciones y la enfermedad, y los esperados refuerzos nunca llegarían. Sin embargo un golpe decisivo sobre Gates podría salvar la campaña. El animoso general británico lanzó un ataque con 1500 soldados que fue detenido por Morgan y Enoch Poor. Durante el contragolpe, Benedict Arnold volvió a cargar con vehemencia y cuando terminó el combate los británicos habían perdido a otros 600 hombres.


El 17 de octubre de 1777, el general Burgoyne se rendía en Saratoga. Esta batalla supuso un punto de inflexión en la guerra en favor de los colonos. El pintor John Trumbull capturó la rendición del general británico John Burgoyne en Saratoga ante el ejército continental.


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