lunes, 12 de noviembre de 2018

FADRIQUE DE BASILEA.




Se cuenta que hacia el año 1450 un alemán, Johannes Gutenberg, inventó la imprenta, comenzando una auténtica revolución cultural. Veinte años más tardes, hacia 1470, encontramos trabajando en la ciudad de Burgos a Fadrique de Basilea un afamado impresor.

En la cuesta del Azogue, cerca de la maravilloso catedral de Santa María, una placa recuerda el lugar exacto donde se encontraba su taller, del que salió la primera edición de una obra universal, La Celestina – o tragicomedia de Calisto y Melibea – atribuida al dramaturgo Fernando de Rojas.

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