lunes, 9 de abril de 2018

LOS CÉRVIDOS.



Los cérvidos son miembros de un grupo de mamíferos artiodáctilos (número par de dedos) rumiantes ampliamente distribuidos por todo el Hemisferio Norte. Ciervos, gamos y corzos son moradores habituales de nuestros bosques. Estos elegantes herbívoros suelen vivir y desplazarse en manadas de tamaño variable.

Presentan una constitución física esbelta y grácil, su cabeza, que se va estrechando hacia el hocico, se asienta sobre una fuerte cuello. Las patas son relativamente largas, pero por el contrario sus pezuñas son pequeñas y afiladas.


El elemento más llamativo y característico de los cérvidos es su cornamenta, exclusiva de los machos, excepto en el caso de los renos. La cornamenta consiste en dos astas unidas a unos pivotes óseos frontales, sobre los cuales se van añadiendo más ramas cada muda anual. La caída y muda anual – en el caso de los machos – está directamente relacionada con el equilibrio hormonal: la pérdida de los órganos sexuales acarrea la de la cornamenta, que es sustituida por un pequeña y permanente de terciopelo. Por otro lado, la envergadura y complejidad varían en función de la edad y el tamaño del individuo.

Al macho la cornamenta le sirve como atributo de masculinidad (excepto en el reno) y como arma en las luchas con otros machos para conseguir hembras y defender el territorio. Durante la época del celo, la mayoría de los machos emiten fuertes bramidos para impresionar a hembras y a rivales.


Los principales géneros de cérvidos son: Cervus (ciervos), Dama (gamos), Capreolus (corzos), Rangifer (Renos) y Alces (alces).



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