jueves, 23 de marzo de 2017

CATEDRAL DE SALAMANCA



Uno de los emblemas de la ciudad de Salamanca son las torres medievales de su catedral, que se elevan por encima de los cien metros de altura. En Salamanca conviven dos catedrales, la Vieja, medieval y románica, sobre la que se va superponiendo la Nueva, altura gótica, clasicismo renacentista y exaltación barroca.



Ieronimus, nombre elegido para la exposición que muestra parte de la historia y arquitectura de las dos catedrales salmantinas, es la latinización de Jerónimo de Perigeaux, uno de los más famosos obispos españoles, de origen francés, personaje de la Reconquista, capellán del Cid Campeador. Siendo Obispo de Valencia fue destinado a Salamanca para restaurar su diócesis, en el contexto de la repoblación puesta en marcha por Raimundo de Borgoña y Urraca de León. 



La Catedral Vieja se construyó durante los siglos XII - XV y la Catedral Nueva que se levantó durante los siglos XVI - XVIII. Una magna obra que abarca todos los estilos artísticos, románico, gótico, plateresco, renacentista, barroco, neoclásico y contemporáneo, y en la que han participado arquitectos, maestros de obra y los más insegnes artistas de cada época; Juan Gil de Hontañón, Juan de Álava, Rodrigo Gil de Hontañón, los Churriguera, Setién Güemes, Repullés y Vargas....



Durante siglos una ciudad entera colaboró para elevar estas catedrales a la mayor gloria de Dios.



La catedral románica de Santa María es una de las construcciones más monumentales y estéticas del panorama arquitectónico español, y hoy podemos disfrutar de ella gracias a un hecho excepcional; las autoridades decidieron dejarla en pie cuando se acometió la construcción de la Catedral Nueva.



El templo se inició durante las primeras décadas del siglo XII y se concluyó durante el siglo siguiente. En un primer momento se la denomina Santa María de la Sede y en general tenía más aspecto de fortaleza que de Iglesia. Un edificio puro y austero según los principios del románico, pero que ya empieza a incorporar elementos góticos.



A finales del siglo XV la antigua catedral se estaba quedando pequeña a medida que la ciudad crecía y se desarrollaba, una situación que obligó al cabildo plantearse la construcción de un nuevo templo. Los Reyes Católicos pidieron la autorización papal y en 1513 comenzaron las obras de una catedral dedicada a la Asunción de la Virgen, dirigidas por Antón Egás.


Las estancias interiores de las torres han sido objeto de largos y concienzudos estudios históricos, arquitectónicos y arqueológicos, en un proceso que incluía la restauración, y que ha posibilitado su puesta en valor.



La mazmorra fue construida en el siglo XIII en el nivel inferior de la Torra Mocha y la puerta de salida al exterior fue abierta en el siglo XVIII. 



La estancia del carcelero también fue construida en el siglo XIII. Situada también en la Torra Mocha aquí residía el guardian de la mazmorra.



Las iglesias cristianas presentan como característica constructiva que la cabecera, el lugar donde se sitúa el altar y hacia donde se dirigen las oraciones, está orientada hacia el este, en busca siempre del sol naciente. Como el orto solar – el punto exacto por el que sale el sol cada mañana – va cambiando según la estación del año, la orientación de cada templo varía con respecto a los otros. En ese sentido dicha orientación se establece hacia el nacimiento del sol en el día de la patrona o patrón bajo cuya advocación se construye el templo.



La música, parte esencial de la naturaleza, ha acompañado desde tiempos remotos a las liturgias y celebraciones religiosas, de tal forma que la catedral se revela como una auténtica caja de música. La voz es el instrumento primordial, y el coro barroco lugar por excelencia donde estas voces toman la forma de canto. De los cinco órganos que se conservan en la catedral, uno de ellos podría ser el más antiguo del continente.


Instrumentos renacentistas de viento y madera. Chirimía de contralto y barrilete de bombarda.



Históricamente la catedral de Salamanca ha ostentado la primacía en materia musical en el conjunto de las catedrales españolas.


El retablo de la Catedral Vieja es una pieza única (realmente eso cuentan en todas las catedrales que he visitado) en la que se funden el trascendentalismo bizantino y el humanismo del Renacimiento italiano. 53 paneles con escenas bíblicas ilustran el altar. Nuestra señora de la Vega, ilustre patrona de Salamanca, preside el retablo. Nicolás Florentino, en colaboración con sus dos hermanos, trabajó en los paneles.



La Sala del Alcaide es un ámbito con ventana abierta a la Iglesia Vieja y corresponde al siglo XII. En esta sala se pueden observar instrumentos musicales del Renacimiento, un cantoral de música gregoriana y algunos objetos relacionados con el culto y la liturgia. 



Esta campana gótica de bronce fue fundida aproximadamente en el año 1350. Las campanas eran el principal medio de comunicación en las ciudades medievales y existían más de cien tañidos diferentes según las necesidades: a nublado, a fuego, bula de cruzada, licenciamiento en la universidad, a procesión, agonía, toque de ánimas, excomuniones e incluso para exorcizar a la peste.


Bula de Celestino III fechada en 1196. Este documento confirma la concordia entre las iglesias de Salamanca y Ciudad Rodrigo, estableciendo los límites de ambas diócesis.




El Salón de la Bóveda se sitúa en el interior de la Torre de las Campanas, una sala construida en el siglo XIII. Este habitáculo fue el primer espacio que conectaba las Catedrales Nueva y Vieja. En su momento estuvo habitada por campaneros, relojeros y sus familias.


La tradición cuenta que este crucifijo de madera y esmalte del siglo XI lo llevaba el Cid en la batalla.



Otro documento fundamental para la existencia misma del templo. En 1289 el papa Nicolás IV expedió esta bula en favor del cabildo catedralicio de Salamanca. Concede 40 días de indulgencias a quienes apoyen económicamente la construcción de la Catedral Vieja de Salamanca aportando sus limosnas.


Privilegio rodado de Fernando II que concede privilegios a 25 personas que trabajaban en las obras de construcción de la catedral.


Los archivos son la puerta del pasado, que nos abre el futuro.



La roca nutre estos muros y la firma de albañiles y canteros quedó para la posteridad en sus sillares. La piedra de Villamayor, un tipo de roca caliza dorada y moldeable, es la materia prima que se utilizó para levantar la catedral. El cabildo contaba con sus propias canteras en la localidad en cuestión. Entre piedra y cantero se establece una profunda relación de complicidad, el hombre trabaja en silencio y la roca se deja transformar.



La sala alta, la más elevada de la Torre Mocha, permite el acceso a las terrazas, a las cubiertas y a otras torres.



Como el entrañable Quasimodo en Notre Dame de París, las gigantescas catedrales góticas tenían a sus propios habitantes. Pertigueros, perreros, carceleros, campaneros, guardianes y demás trabajadores llenaban de vida estas estancias y pasillos, formando una ciudad en miniatura, donde cada uno cumplía su función en pos de un fin mayor, el correcto funcionamiento de la Catedral.


La Torre Mocha es una antigua atalaya defensiva almenada erigida durante la XIII centuria conocida por este motivo como “Salmantica fortis”. Hasta bien entrado el siglo XVIII se le fueron añadiendo modificaciones. 



El andén de la Torre Mocha, una terraza abierta al exterior, con vistas excelentes a la ciudad y desde donde gozamos de una impagable perspectiva de todo el conjunto catedralicio. 




Desentrañando los secretos de las dos catedrales, se miran de reojo, se desafían, pero sus sillares entran en simbiósis, convirtiendo la competencia en perfección .





Torre del Gallo, la cúpula de la Catedral Vieja, que emerge del transepto.






El coro barroco delimita espacios y destruye, en cierto sentido, el espíritu original del templo.


Desde aquí observa Dios a sus fervientes seguidores. Pero que no se nos olvide, que desde lugares parecidos, en cuanto altura, observa el rey a sus súbditos, el político a sus acólitos y las megaestrellas del deporte a sus fans.



Campanario, un centro de comunicación medieval. En la actualidad forman parte de este campanario catorce campanas, algunas de ellas con nombre propio como María de la O. Los campaneros vivían con sus familias en la torre, desde donde se encargaban de que todo funcionara correctamente.



Con 104 metros, la torre de las campanas es, excluyendo la arquitectura contemporánea, la torre más alta de España después de la Giralda. Un campanario que es una auténtica torre del homenaje.


Muy cerca del cielo. Salamanca a vista de pájaro.


El famoso astronauta es uno de los elementos más curiosos y exóticos de la Catedral de Salamanca.


Las catedrales las construyeron hombres, albañiles y canteros, estos empezaron a crear logias, que al pasar el tiempo dieron lugar a la Masonería, una institución que rinde culto y venera al Gran Arquitecto del Universo y cuya función “es combatir la ignorancia bajo todas sus formas y constituye una escuela de enseñanza mutua”.



La magnificencia de Dios convertida en piedra, la música del órgano nos acerca al cielo, la altura de columnas y bóvedas nos recuerdan lo ínfimo que somos, debemos mirar hacia arriba, elevar nuestra cabeza, nuestro corazón y nuestro espíritu para entrar con contacto con el Altísimo. Nosotros, pobre humanos, pasamos por la vida, pero la piedra, el mármol de la iglesia soporta mejor el paso del tiempo, símbolo inequívoco de la eternidad y la atemporalidad de Dios. Debemos ser conscientes de nuestra caducidad, y cuando llegue la hora de nuestra marcha, Dios nos esperará con sus brazos abiertos, y nos recibirá con gozo y regocijo, para él y para nosotros. No hace falta ser creyente para comprender perfectamente lo que puede sentir un auténtico y ferviente católico al penetrar en el interior de una catedral como esta.



Las grandes catedrales tienen un algo que atrapa, maravilla, acongoja, tanto desde el exterior como en el interior, una vez que estamos bajos su techo, son lugares mágicos y llenos de energía e historia.

Eternidad.




No hay comentarios:

Publicar un comentario