viernes, 17 de junio de 2016

TORRE DE GEDIMINAS



Cuenta una vieja leyenda, tan cierta como cualquier otra, que el duque lituano Gediminas organizó una cacería en los bosques del valle Sventaragis. La partida de caza fue un éxito rotundo, con muchas piezas abatidas, pero al final del día, completamente agotado Gediminas decidió dormir allí mismo. Durante la noche nuestro héroe tuvo un extraño (y turbador) sueño; en la cima de la colina en la que Gediminas había dado muerte a un uro salvaje, se alzaba un enorme lobo de hierro, cuyo profundo y escalofriante aullido podía oirse desde varios kilómetros de distancia. Intrigado por el significado del sueño, a la mañana siguiente pidió consejo a Lizdeika, una especie de druida pagano con poderes mágicos. El sabio explicó al duque que se trataba de un presagio, los dioses querían que Gediminas construyese una ciudad que sería conocida en el mundo entero. La ciudad iba a ser Vilnius y el lobo metálico su castillo.


Situada en una colina desde la que se domina toda la ciudad, la conocida como Torre de Gediminas, es el resto más visible del antiguo castillo medieval que se alzaba por encima de la capital lituana. El castillo tiene su origen a principios del siglo XIV (la fecha de fundación coincide con la de la ciudad). Los primeros entramados defensivos se construyeron con madera, y sería en época de Vitautas cuando se levantaría el castillo utilizando ladrillos. El castillo lituano cumplió con creces su función, rechazó en más de una ocasión a los fanáticos ejércitos cruzados.


El castillo se situaba en el centro de la ciudad y era el principal baluarte de un poderoso sistema defensivo. En la actualidad la Torre de Gediminas, visible prácticamente desde cualquier rincón de Vilnius, es uno de los símbolos más reconocibles de la ciudad, y el primer lugar al que se encaminan los turistas que deciden visitarla. En 1918 se izó aquí la bandera de la Lituania independiente.


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