miércoles, 25 de mayo de 2016

UN ALBANÉS VASALLO DEL REY DE ARAGÓN.



Corría el año mil cuatrocientos y pico, Alfonso V, conocido como el Magnánimo, rey de Aragón tenía algunos problemillas en sus dominios del sur de Italia. Para combatir con los enemigos que pretendían arrebatar sus posesiones transalpinas, contó con la inestimable colaboración de Skanderbeg, un líder albanés que buscaba aliados por todos lados para mantener su exiguo feudo lejos de las sucias garras del sultán otomano.


Skanderbeg protagonizó una campaña en Italia en favor de Alfonso y tras declararse vasallo del rey aragonés, recibió honores, armas y dineros para seguir su cruzada personal contra el Imperio Turco. De esta fructífera relación existe un cuerpo documental conservado en el archivo de la Corona de Aragón.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario