Kestutis fue señor de
Trakai y Gran Duque de Lituania, aunque nunca en solitario. En un
primer momento gobernó junto a su hermano Algirdas, y tras el
fallecimiento de este, asociado con su sobrino Jogailla (futuro rey
de Polonia Vladislao II Jagellón ) Experto en el arte de la guerra y
en los buenos usos de la diplomacia, cuentan los historiadores de la
patria lituana, que Kestutis rechazó 136 invasiones organizadas por
los caballeros de la Orden Teutónica y otros ataques de menor
envergadura.
Europa es tierra preñada
de leyendas y el Gran Duque protagoniza la suya propia. Un día
paseaba por una colina de gran significado religioso para su pueblo y
quedó prendado de la hermosa hija de un pescador que había
consagrado su vida a los antiguos dioses bálticos. Su nombre Biruté
Vidmantaite. Sin tener en cuenta la voluntad divina, ni los deseos
humanos, Kestutis raptó a Biruté y la llevó consigo a su hogar y
centre de sus dominios, el castillo de Trakai. Allí la convirtió en
su esposa, en reina y en madre de Vytautas el Grande.
Como todo héroe pagano
Kestutis tuvo un funeral propio (y típico) de la Vieja Europa; su cuerpo amortajado y armado para el combate, fue cremado en una enorme
pira, en compañía de sus perros y caballos.
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