martes, 26 de abril de 2016

GHIMBAV



En la llanura transilvana, en las tierras que forman parte del condado rumano de Brasov se situa la pequeña ciudad de Ghimbav – Weidenbach en alemán y Vidombák en húngaro – organizada a partir de su iglesia fortificada.


La iglesia y su campanario fueron construidos en el siglo XIII por la mano de los caballeros de la Orden Teutónica. La primera mención de Ghimbav data de 1342 y conocemos una carta fechada en 1420 que remitió el rey húngaro Segismundo de Luxemburgo a los habitantes de Ghimbav y a otras poblaciones vecinas para que contribuyesen a la construcción de la fortaleza de la cercana Brasov.


Probablemente la ciudad fue fundada por colonos sajones (protegidos y patrocinados por los monarcas húngaros) que reactivaron el comercio de la región. Los campos estaban poblados y trabajados por campesinos rumanos que acudían a la ciudad de cuando en cuando.


En el siglo XV se construyó una muralla con piedras y ladrillos alrededor de la iglesia. Toda la estructura quedaba rodeada por un foso inundable. Las iglesias fortalezas son construcciones típicas del medio rural transilvano, un lugar ideal para acoger a la población en caso de agresión esxterna. En origen esta muralla estuvo protegida por siete torres. Cinco aún permanecen en pie. En 1666 el ayuntamiento y varias casas más se trasladaron al interior del recinto.


En el escudo destaca un corazón del que florecen tres amapolas que simbolizan tres valores enraizados en la gente del lugar; solidaridad, valor y gloria.



Una preciosa iglesia fortificada del siglo XIII adaptada a los nuevos tiempos, hace las veces de ayuntamiento – Primaria – y se ha convertido en el corazón del pueblo. Cuando cae la tarde viejos y jóvenes se sientan alrededor de la fortaleza buscando al alivio de los tórridos calores estivales.




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