Esta bella localidad
siempre ha estado vinculado al comercio marítimo, a la pesca y a la
sal. A partir de la Edad Media la población creció y se desarrolló
gracias a los privilegios concedidos por los monarcas portugueses.
Durante la Era de los Descubrimientos llegaron a orillas de la ría
gentes procedentes de varios puntos de Europa.
Aveiro es conocido como
la Venecia de Portugal, y su entramado está formado por algunas
islas de la ría de Aveiro. Sus canales atraviesan el centro mismo de
la ciudad.
Los mouliceiros son las
embarcaciones típicas y tradicionales que llevan varios siglos
surcando las aguas de estos tranquilos canales.
Las salinas, abundantes,
la actividad pesquera y el incesante comercio marítimo, han sido (y
en cierta manera siguen siendo) el motor económico de Aveiro.
El viejo barrio de
“Beira Mar” sigue conservando ese aroma de lo auténtico, con las
viviendas tradicionales y los almacenes de la sal procedente de la
ría.
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