Hungría, que linda con
Austria, la patria de Federico, extendiéndose hacia oriente, nos
servirá de punto de partida para nuestra historia. A esta provincia
la llaman algunos Panonia, como si los húngaros fueran los sucesores
de los panonios. Sin embargo, ni Hungría tiene los mismos límites
que Panonia ni Panonia fue antaño tan extensa como lo es hoy Hungría.
En efecto, Panonia estaba encerrada entre el Danubio y los Alpes que
dan a Italia y al mar Adriático; a poniente tenía Nórico y el río
Eno; a levante roza el país de los misios y tribalos y el río Savo.
Estos términos abarcan gran parte de Austria, poblada por teutones.
También Estiria, llamada en tiempos Valeria, está comprendida en
estos límites. En cambio Hungría, aunque abarca la Panonia Inferior
desde el río Leitha hasta el Savo, sobrepasa el Danubio, se extiende
hasta Polonia y posee los campos que antaño ocuparon los gépidas y
los dacos. El imperio de la nación húngara es mucho más extenso
que la propia Hungría, toda vez que también los dálmatas, llamados
eslavos, los ilirios, llamados bosnienses, los tribalos o misios,
llamados ora servios ora rascianos, y los getas, llamados en parte
valacos y en parte transilvanos, han quedado sometidos a los
húngaros, si bien en esta época nuestra algunos de ellos,
derrotados por las armas turcas se han desligado.
Esta provincia, al menos
en la parte que se extiende de lado del Istro, la ocuparon por
primera vez los romanos en tiempos del César Octaviano, tras someter
a Batón, rey de Panonia y aplastar a los amantinos entre el Savo y
el Dravo. En cambio a Dacia, que hoy es una parte de Hungría al otro
lado del Danubio, la sojuzgó el emperador Trajano, organizando una
provincia en suelo bárbaro, si bien se perdió en tiempos de Galieno
y fue reconquistada por Aureliano. Después de los romanos ocuparon
Panonia ora los hunos, raza escita, ora los godos, pueblo procedente
de las islas del mar Báltico, luego los longobardos, oriundos de
Germania. Finalmente la nación de los húngaros vino a desbordarse
desde los más remotos confines de Escitia y hasta el día de hoy es
dueñas del reino, dominando ampliamente a una y otra orilla del
Istro.
La Europa de mi tiempo.
Eneas Silvio. Siglo XV.
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